Nueva renuncia en el Festival de Cine: ahora se fue el director artístico
Pablo Conde publicó un extenso texto en redes donde explicó sus motivaciones. Es la segunda renuncia en menos de un mes, luego de la salida del Presidente del certamen, Fernando Juan Lima.
Tras la renuncia del presidente del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Juan Lima, el pasado 11 de julio, ahora se suma la salida del director artístico Pablo Conde, quien se desempeñó como programador desde 2009 y en el actual rol desde 2022. Mientras, se asegura, la 39ª edición sigue en pie de cara a su realización, del 20 de noviembre al 1 de diciembre próximo.
Conde publicó un largo texto en sus redes sociales, donde reconoció como “un privilegio” haber sido el director artístico del Festival de Mar del Plata desde 2009. Y confió que concluye “una parte fundamental de mi historia con el festival, la cual deseo fervientemente que continúe de otras formas -probablemente, como espectador-, por lo que el dolor -que existe y es grande- se ve mitigado por ese deseo”.
Además de su salida del Festival, Conde informó que deja de trabajar para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), al que consideró un organismo “que además de fomentar el cine argentino pasó a ser su principal difusor con un canal de televisión, una plataforma online, programas para la creación, el pensamiento, el desarrollo, ayuda a festivales, un Gaumont y varias salas coordinadas federalmente; un crecimiento con explicación, aunque hoy -de manera conveniente para justificar su feroz reducción- no se detalle”.
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Sobre el INCAA, reconoció también que se trató de un espacio “sobredimensionado y al que sin dudas se le deberían haber hecho varios ajustes quirúrgicos, entendiendo sus potenciales aristas, que hoy también es víctima de no haber sabido explicar sus reales beneficios -ni a la industria ni al público-, que muchas veces fue tristemente usado como excusa partidaria e ideológica, tanto en el pasado como en el presente”.
Conde señala en su texto que el INCAA “se topa con una imposibilidad de gestión real sobre sus propias intenciones, entre ellas la de concretar la inminente edición de su festival insignia”. Y profundizó, entre otras cosas, con que “al cerrar el mes de julio no tenga un mínimo equipo de programación propiamente contratado y esté acéfalo en los papeles, carente de autoridades designadas salvo las administrativas”.
Sobre el Festival de Mar del Plata, Conde reconoció que armar un festival “no es fácil” y aseguró que “en un momento en el que no hay plata, lo que se debe hacer es una edición medida, pequeña, de acuerdo a las posibilidades”. Y que “por eso mismo, es necesario escuchar a quienes tienen experiencia, sumarlos para ser inteligentes a la hora de optimizar, ahorrar, concretar logros reales. No hacer todo lo contrario”.
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Ahora resta saber si el INCAA reemplazará las figuras de Lima y Conde, y de qué manera sigue adelante la organización de un certamen cinematográfico, el más importante de Sudamérica, con su estructura absolutamente acéfala.
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