“Hay una brecha entre la preferencia por la democracia y qué tan democrático se considera al país”
Lo aseguró Facundo Cruz, coordinador general del Observatorio Pulsar de la UBA. Según un sondeo que realizaron ocho de cada diez argentinos prefiere vivir en democracia.
Mientras se alienta desde diversos sectores un discurso acerca de que la democracia en el país está en riesgo, diferentes sondeos demuestran que la relación de los argentinos con este sistema es muy profunda y que ocho de cada diez prefieren vivir en democracia. No obstante, muchos consideran que Argentina no es democrático, especialmente desde aquellos que se sienten opositores al actual Gobierno. El coordinador general del Observatorio Pulsar de la UBA, Facundo Cruz, aseguró que “Argentina está muy bien puntuada porque hay una preferencia importante por vivir en democracia”.
Sobre la relación de los argentinos con la democracia, Cruz señaló que no hay encuestas que puedan responder específicamente qué entiende cada uno por este tema, aunque remarcó: “Cuando pensamos en democracia, pensamos en las distintas caras que tiene: la electoral, la republicana, la liberal y la movimientista participativa. Cuando vas a preguntar si Argentina es un país democrático o no, cada uno de los encuestados te responde a veces apoyándose en alguna de esas caras o en todas, pero privilegiando alguna de esas dimensiones también”.
En diálogo con Los datos del día, por Radio Mitre Mar del Plata, el consultor señaló que para algunos “democracia es ir a votar” y para otros “democracia es manifestarse porque quiere levantar alguna una bandera, por ejemplo la defensa de una dirigente política que una decisión judicial la sacó de la cancha electoral”. Pero ahí surge otro punto de vista: “Hay quien piensa que la democracia tiene menos calidad porque quiere circular por una avenida y la están cortando y no los dejan ejercer su derecho a la libre circulación. Cada uno se construye su propia película”.
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Una de las sorpresa que surgió para los encuestadores es que cuando se le preguntó a la gente cuán importante era vivir en democracia, el promedio de respuestas dio un 9,32 a favor de vivir en este sistema. “En el 2023, siete de cada diez nos contestaron que preferían vivir en una democracia y en 2024 subió ocho de cada diez. Eso, si se compara con cualquier otro país, hace ver que Argentina está muy bien puntuada porque hay una preferencia importante por vivir en democracia”, explicó Cruz.
De todos modos, el politólogo calificó como “un llamado de atención” el hecho de que en el mismo sondeo, cuando a la gente se le preguntó cuán democrático creían que era Argentina “el puntaje promedio fue de 6,64 el año pasado”. Según detalló, “hay una brecha entre la preferencia que vos tenés por el régimen político donde querés vivir y qué tan democrático considerás al país”.
Cruz señaló a partir de esto que “Argentina sería un alumno regular en términos de la calidad de la democracia que están viendo los ciudadanos. Hay un ideal mucho más lejano de lo que estamos viviendo cotidianamente y esto está cruzado por preferencia política”.
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En ese sentido, detalló que en 2023 “quienes estaban identificados con el peronismo puntuaban mejor la democracia que quienes estaban identificados con La Libertad Avanza o con Juntos por el Cambio. En 2024, cuando cambia el gobierno y asume Javier Milei, quienes están identificados con La Libertad Avanza y con Juntos por el Cambio puntuaron mejor la calidad de democracia argentina”.
“Entonces, con el cambio de color político, con el cambio de gobierno, quienes se sentían opositores en 2023 y pasaron a ser oficialistas en 2024 consideran que el país será más democrático sólo con el cambio de gobierno”, destacó el coordinador general del Observatorio Pulsar de la UBA.
Otro dato que surge de la realidad y que tal vez se relaciona con el vínculo con la democracia es el de los bajos índices de participación que tuvieron las elecciones legislativas este año. Sin embargo, para Cruz hay que esperar si esos datos “se convierten en una película a fin de año”, de todos modos reconoció que este dato “muestra que hay una crisis, que hay un agotamiento, que hay un cansancio”.
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En este sentido, el consultor señaló que las motivaciones para ir a votar “son variadas desde sentimientos negativos” como “bronca a veces votar por candidatos que están gritando en la televisión o colaborando en aumentar los niveles de polarización por los ataques personales”. Aunque señaló que a también a veces hay sentimientos más positivos como estar “interesado en un proyecto colectivo porque el espacio político te representa o porque por ahí te cae bien un dirigente político”.
Para confirmar esa caída en el interés de la gente por la política, Cruz comentó que en la encuesta que realizaron de todos los dirigentes de la generación post 2001 “tienen diferencial de imagen mucho más negativo que positivo. Les pasa a todos, salvo Patricia Bullrich, que es la única que sobrevive a eso, y bueno, hoy en día también Javier Milei, que es un actor de los últimos cuatro años de la política argentina. Eso te da una sensación o una idea de que necesitás cierta renovación de las caras políticas”.
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