Tensión en Barcelona y Mallorca: protestas con pistolas de agua contra el turismo masivo
Este domingo, en Barcelona y Mallorca, cientos de manifestantes salieron a las calles para expresar su rechazo al turismo desbordado que, según denuncian, encarece la vivienda, transforma los barrios y erosiona la vida cotidiana de los residentes.
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Las acciones forman parte de un movimiento coordinado en varias ciudades del sur de Europa, como Venecia y Lisboa, que exigen repensar el modelo turístico actual. En Barcelona, pancartas con frases como “Un turista más, un residente menos” y “Turista, vete a casa” acompañaron la caminata, mientras algunos activistas colocaban stickers y lanzaban humo rosa frente a hoteles.
Andreu Martínez, uno de los participantes, explicó: “Las pistolas son para incomodar, para visibilizar que Barcelona ya no le pertenece a sus vecinos”. El malestar tiene fundamento: en una ciudad con 1,7 millones de habitantes, llegaron 15,5 millones de turistas en 2024, con un fuerte impacto sobre el mercado inmobiliario y el comercio local.
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En Palma, capital de Mallorca, unas 5.000 personas se manifestaron bajo consignas similares. También allí se usaron pistolas de agua, aunque algunos turistas se lo tomaron con humor. Sin embargo, el trasfondo es serio: el precio de la vivienda ha explotado por el auge de los alquileres temporarios, especialmente a través de plataformas como Airbnb, que enfrenta crecientes restricciones.
De hecho, el gobierno español ordenó recientemente el retiro de casi 66.000 anuncios ilegales en Airbnb y anunció medidas para limitar las licencias de alquiler turístico en ciudades como Barcelona, que eliminará todas para 2028.
Desde el sector turístico se defienden alegando que se los está usando como chivo expiatorio. Pero entre los vecinos crece la sensación de que la ciudad ha sido sacrificada para el negocio turístico, y que quienes viven allí son cada vez más invisibles. Una pancarta lo resumía todo: “Tu Airbnb fue mi hogar”.
Fuente: Asociated Press
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