Estafas virtuales: “Generan inseguridad sobre todo el sistema bancario”
En las últimas semanas se conocieron casos de empresas estafadas por medio de hackeos de mails y cuentas de WhatsApp, lo que ha agudizado el trabajo que se viene realizando desde la Justicia para intentar detener este tipo de delincuentes. Al respecto, el fiscal de Delitos Económicos, David Bruna, consideró que este fenómeno “no implica solamente que el cliente se vea afectado, sino que generan inseguridad sobre todo el sistema bancario”.
Con la proliferación de este tipo de delitos, Bruna remarcó que esto lo mantiene “muy ocupado” aunque indicó que “es una preocupación para todos, pero también para los propios bancos” debido a que los estafadores usan cuentas bancarias hackeadas para hacer circular el dinero que obtienen de sus delitos.
“No solamente implica que el cliente se vea afectado, sino que nos genera inseguridad sobre todo el sistema bancario. Y es algo que lamentablemente pasa a nivel mundial, no es algo nuestro de ninguna manera. Con este auge del trabajo remoto y del sistema informativo, a veces la delincuencia va más rápido y las medidas de seguridad, los antivirus y las trabas vienen después. Vamos un poco atrás de lo que es la delincuencia”, consideró en diálogo con UPM por Radio Mitre Mar del Plata.
Brunca consideró que en las estafas realizadas a empresas de la ciudad, se observan diversos tipos de maniobras, desde la liquidación y órdenes de liberación de fondos comunes de inversión, la liquidación y pase de dinero en cuentas o la sustracción de dinero en cuentas de terceros.
“Son maniobras que están en investigación, estamos tratando de determinar cómo fue la operatoria. Tenemos varias hipótesis abiertas, no hemos cerrado ninguna porque vamos siguiendo las instancias periciales, información que tenemos que ir requiriendo que nos podrá ir aclarando el panorama de cómo fue que se hizo la maniobra”, explicó.
En uno de estos hechos, se conoció que a una de las firmas estafadas se le sustrajo dinero que fue a parar a una cuenta y desde ahí se distribuyó a otras 90 cuentas. “En general suceden ese tipo de cosas, van a una cuenta que llamamos ‘puente’, porque en algunos casos puede haber una primera cuenta que también está hackeada y la propia persona dueña de la cuenta ni siquiera sabe que están operando”, comentó el fiscal.
“En uno de los casos la primera cuenta sobre la que salta el dinero era de una persona de 80 años, por lo que hemos determinado que es muy difícil que haya estado operando. Alguien también estaba operando la cuenta a esa persona y después el dinero se distribuyó a un montón de cuentas y es más difícil rastrear el dinero”, relató el fiscal que contó que el en estos casos el paso posterior es buscar a través de los CBU, “pero es una tarea mucho más engorrosa”.
Bruna explicó que los bancos igualmente dan el alerta cuando “la operación es sospechosa o se hacen grandes movimientos de dinero”, aunque en este caso “no sabemos dónde falló el sistema en el cual aún con los posibles alertas la maniobra se produjo igual. Eso es motivo de investigación”.
El fiscal destacó que “tanto los damnificados como el banco están trabajando en las investigaciones internas y nosotros por nuestra parte seguimos más allá de la información que nos puedan dar. Citamos a los responsables y empleados del banco, pero estamos pendientes de pericias, informaciones que se van obteniendo del sistema bancario, AFIP”.
