En 40 minutos llovió lo mismo que en un mes: Beijing sufrió la tormenta más intensa de los últimos 140 años
En una muestra más del impacto del cambio climático, las lluvias que cayeron en Beijing en los últimos días, con inundaciones fatales, fueron las más intensas en 140 años.
La alarma fue dada por el servicio meteorológico de la capital china, donde se aceleraron este miércoles las operaciones de rescate.
Las lluvias torrenciales comenzaron a caer sobre la gran región de Pekín el sábado. En solo 40 horas, la ciudad vio caer el equivalente a todas las precipitaciones de un mes de julio promedio.
En Beijing hubo 11 muertos y en la provincia de Hebei, en el nordeste del país, otros 6.
La devastadora tormenta Doksuri causó severos daños en Beijing
El servicio meteorológico local dijo que “el valor máximo de precipitación registrado” por una estación de la ciudad durante esta tormenta “fue de 744,8 milímetros”. Se trata de “la más intensa en 140 años”, afirmó el organismo.
El registro anterior había sido de 609 milímetros en 1891.
La tormenta Doksuri, que había llegado a ser catalogada como supertifón, barrió el territorio chino de sur a norte después de causar estragos en Filipinas la semana pasada.
El martes, la televisión estatal CCTV dijo que la tormenta había provocado al menos 11 muertos en Beijing. Además, las autoridades reportaron 13 desaparecidos.
Este miércoles, las lluvias llegaron a la ciudad de Zhuozhou, en la provincia de Hebei, que rodea el área de la capital.
Imágenes áreas muestran las calles de Zhuozhou convertidas en ríos de agua marrón y las zonas agrícolas totalmente inundadas.
En Hebei nueve personas fallecidas y seis están desaparecidas por las lluvias.
Las inundaciones cortaron el suministro de agua y electricidad en varios lugares de Zhuozhou, según los medios de comunicación chinos.
Según un recuento de medios locales, unas 127.000 personas fueron evacuadas en Pekín (con 22 millones de habitantes) y 847.400 en Hebei (de 74 millones de habitantes).
El presidente Xi Jinping pidió el martes “hacer todos los esfuerzos posibles” para evitar más muertos y rescatar a las personas “desaparecidas o atrapadas”.
