Dos hermanos secuestraron a su papá y extorsionaron a su familia con una recompensa millonaria
La víctima reconoció ante la Justicia que los responsables del ataque habían sido sus hijos. También dijo que lo golpearon y amenazaron de muerte.
Un insólito hecho delictivo sorprendió a todos en Ecuador. Dos hermanos secuestraron a su padre y le pidieron al resto su familia 10.000 dólares para liberarlo con vida.
La víctima, identificada como Víctor Manuel M., fue rescatada por la Policía en su finca ganadera, en Las Moras, un recinto del cantón Mocache, a 167 kilómetros de la ciudad de Guayaquil. Luego, fue él mismo quién denunció a sus hijos ante la Justicia.
La pesadilla comenzó el pasado sábado en horas de la tarde. La familia se había reunido para compartir un almuerzo, cuando repentinamente aparecieron cinco personas, encapuchadas y armadas. En un violento ataque, los amenazaron, los ataron y secuestraron al hombre y a un trabajador, llamado Jeremy Manuel B.
El primo de los secuestradores y sobrino de la víctima, Robin M., logró escapar, esconderse en los matorrales de la zona y dar aviso a la Policía. Según reveló El Universo, el joven había identificado a sus familiares y en la denuncia, advirtió a los agentes que sus primos, con la ayuda de otros hombres, habían cometido el brutal ataque.
El hombre reconoció a sus hijos y los denunció
La policía acudió a la finca en Las Moras, donde presumían que estarían escondidos. Allí encontraron a los dos hermanos, identificados como Víctor M., quien es abogado, y su hermano Daniel M. Junto a un cómplice, llamado Jonathan Joel B.
En un principio, intentaron desentenderse de las acusaciones y aseguraban que su padre estaba en un centro de asistencia de salud. Pero los agentes inspeccionaron el lugar y encontraron una camioneta con las patentes tapadas y una cámara de video rota.
La Policía detuvo a los tres sospechosos, que finalmente confesaron que habían secuestrado a su padre y a su trabajador, y revelaron en lugar en donde los tenían escondidos: estaban encerrados en una bodega con las manos amarradas con un plástico negro y un cinturón de karate amarillo.
Los efectivos fueron al lugar y liberaron a Víctor Manuel M. y a su empleado. Primero fueron llevados a un hospital para que reciban atención médica. Luego, el hombre denunció a sus propios hijos por el secuestro. En la investigación, salió a la luz que el hermano abogado tenía una orden de captura pendiente por delitos anteriores.
Fuente: TN.
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