A 204 años de su muerte: Martín Miguel de Güemes, el estratega de la resistencia gaucha
Uno de los protagonistas fundamentales de la guerra de la Independencia en el norte del actual territorio argentino. Su figura, sin embargo, escapa a la simple exaltación heroica: entre luces, sombras y mitos, Güemes emerge como un personaje clave, polémico y singular dentro del proceso emancipador sudamericano.
Nacido en Salta el 8 de febrero de 1785, en el entonces Virreinato del Río de la Plata, Güemes dio sus primeros pasos militares durante las invasiones inglesas, donde sorprendió por su capacidad de liderazgo y combate. Años más tarde, integró el Ejército del Norte bajo el mando de Manuel Belgrano y participó de campañas cruciales para la independencia. No obstante, su relación con Belgrano tuvo altibajos: fue apartado en 1812 tras un escándalo personal que lo llevó al destierro en Buenos Aires, aunque con el tiempo ambos reconstruyeron el vínculo.
Fue en ese período de exilio donde conoció a José de San Martín. Con él forjaría una sociedad táctica clave para la causa patriota, aunque no exenta de tensiones. Más tarde, San Martín lo reconocería como “benemérito” por sus victorias en Salta y valoraría la resistencia que encabezaban sus milicias: “Los gauchos de Salta, solos, están haciendo al enemigo una guerra de recursos terrible…”, escribió el Libertador.
La Guerra Gaucha y el gobierno de Salta
En 1815, Güemes volvió a su tierra natal y fue elegido gobernador. Desde allí lideró la defensa del noroeste frente a las tropas realistas. Con una estrategia basada en la movilidad, el conocimiento del terreno y la participación popular, organizó a los habitantes en milicias rurales, conocidas como “infernales”, que resistieron seis invasiones españolas entre 1814 y 1825. Ese proceso fue bautizado como la Guerra Gaucha, y resultó clave para permitir el avance del Ejército de los Andes hacia Perú.
Durante su gestión, la provincia de Salta abarcaba también los actuales territorios de Jujuy, Tarija y la Puna de Atacama. Su gobierno, sin embargo, no fue unánimemente aceptado: sufrió fuertes críticas internas por su estilo de conducción, acusaciones de autoritarismo y presión fiscal.
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¿Héroe popular o aristócrata rebelde?
Con el paso del tiempo, la figura de Güemes se rodeó de mitos. Se lo recuerda como un “gaucho puro”, pero en realidad provenía de una familia aristocrática salteña. Su ascenso político se dio no solo por carisma, sino también por su capacidad para interpelar a los sectores populares mediante beneficios concretos. Según la escritora Elsa Drucaroff, que abordó su figura desde la ficción, “es amado porque reconoce derechos reales a las clases oprimidas y por eso las milicias se vuelven invencibles”.
No obstante, también generó resistencia entre las élites de su provincia, que terminarían por conspirar en su contra. Gravemente herido en una emboscada, murió el 17 de junio de 1821 tras diez días de agonía. Se cree que padecía hemofilia, lo que dificultó su recuperación. “El sector complotado de la aristocracia salteña festejó su muerte”, escribió Pacho O’Donnell, mientras el gobierno central, a través de La Gazeta de Buenos Ayres, lo descalificaba abiertamente: “Murió el abominable Güemes. Ya tenemos un cacique menos”.
Reivindicación histórica
Pese a los intentos de borrar su legado, con el tiempo su figura ganó centralidad en la historiografía nacional. Hoy es considerado el máximo prócer salteño y uno de los tres héroes nacionales, junto a San Martín y Belgrano, que cuentan con un feriado en su memoria.
En palabras del historiador Felipe Pigna, el pueblo salteño supo rendirle homenaje a su manera: pocos días después de su muerte, sus gauchos, liderados por el coronel José Antonio Fernández Cornejo, vencieron al jefe realista “Barbarucho” Valdés y consolidaron la independencia de la región.
Martín Miguel de Güemes fue un estratega, un político audaz y, sobre todo, un símbolo de resistencia popular. A más de dos siglos de su muerte, su legado sigue interpelando al presente argentino: ¿qué significa hoy ser un héroe? ¿Y qué lugar ocupa la disidencia dentro de la epopeya nacional?
Fuente: Infobae
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