Adiós al quirófano: la nueva técnica para tratar la obesidad en 48 horas de recuperación
El tratamiento de la obesidad continúa incorporando nuevas herramientas. Entre ellas, se destaca la manga gástrica endoscópica, una técnica innovadora que permite reducir el tamaño del estómago sin necesidad de cirugía tradicional.
El Dr. Gastón Jury (MP 93734) , gastroenterólogo y endoscopista, director médico del Centro de Estudios Digestivos (CED), explicó en detalle esta tecnología, sus ventajas y el rol del enfoque multidisciplinario en el abordaje de esta enfermedad.
“La manga gástrica endoscópica se realiza con un dispositivo llamado Apolo, que se monta sobre un endoscopio convencional. Este equipo permite efectuar suturas desde el interior del estómago, disminuyendo su volumen entre un 70 y un 80%, sin realizar incisiones externas”, explicó el especialista, en dialogo con El Marplatense.
A diferencia de la cirugía laparoscópica, la técnica endoscópica no deja cicatrices visibles y permite una recuperación mucho más rápida. “El paciente puede reincorporarse a su vida laboral entre 48 y 72 horas después del procedimiento”, agregó Jury. Además, destacó que, a diferencia de la manga tradicional, esta variante no suele generar reflujo gástrico, una complicación común en algunas personas operadas.
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¿A quiénes está dirigido este tratamiento?
La indicación principal de la manga gástrica endoscópica se da en pacientes con índice de masa corporal (IMC) entre 29 y 35, aunque puede evaluarse en cada caso particular. Jury subrayó que este procedimiento no reemplaza a otras técnicas quirúrgicas, como la manga laparoscópica o el bypass gástrico, sino que se suma al arsenal terapéutico disponible.
“La obesidad afecta entre el 40 y el 50% de la población en Argentina, desde sobrepeso leve hasta obesidad mórbida. El abordaje debe ser individualizado y multidisciplinario, con médicos, nutricionistas y psicólogos que acompañen al paciente”, indicó.
El rol de la psicología y el acompañamiento a largo plazo
El éxito del tratamiento contra la obesidad no depende únicamente del procedimiento técnico. Para Jury, la clave está en el acompañamiento sostenido: “Muchos pacientes abandonan el seguimiento, y allí es donde aumentan las recaídas. La tasa de éxito puede alcanzar el 90% cuando hay una buena adhesión al tratamiento. Pero si no se sigue el plan, hasta el 70% puede recuperar el peso perdido”.
En ese sentido, el médico destacó la importancia de trabajar sobre los hábitos de vida y las emociones que suelen estar en el origen del sobrepeso. “El 95% de los casos no tienen causas orgánicas, sino que están vinculados con ansiedad, angustia, depresión o con patrones culturales y familiares. Por eso es fundamental que el paciente haga un ‘click’ emocional y comprenda que el cambio es de por vida”, aseguró.
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El dispositivo Apolo no solo se utiliza en pacientes sin intervenciones previas. Según explicó el Dr. Jury, también puede aplicarse en personas que ya han sido operadas con bypass gástrico y han recuperado peso con el tiempo. En esos casos, se puede reducir la anastomosis (la unión entre estómago e intestino delgado) mediante suturas o con otras técnicas endoscópicas, como el uso de argón.
Una herramienta que rompe barreras
Uno de los puntos más destacados de la técnica es su mínima invasividad. Jury señaló que muchos pacientes con indicación quirúrgica no se operan por miedo. “Este procedimiento puede ser una opción para ellos, ya que no requiere incisiones ni genera el mismo nivel de estrés que una cirugía convencional”, explicó.
Finalmente, el especialista remarcó que la lucha contra la obesidad es un proceso integral y continuo. “No hay soluciones mágicas. Hay tecnología, sí, pero el pilar del éxito es que el paciente esté acompañado, comprenda el problema y quiera cambiar.
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