Cómo usar trigo burgol en tu cocina diaria: tres preparaciones prácticas
Cereal tradicional de la gastronomía de Medio Oriente, vuelve a ganar protagonismo en la cocina contemporánea. Al estar precocido, no requiere largas cocciones ni técnicas complejas.
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El trigo burgol, un cereal tradicional de la gastronomía de Medio Oriente, vuelve a ganar protagonismo en la cocina contemporánea gracias a su practicidad, su sabor suave y su aporte nutricional. Procesado a partir del grano entero de trigo, se presenta como una opción versátil para ensaladas, guarniciones y platos principales.
Este ingrediente se destaca por su facilidad de uso: al estar precocido, no requiere largas cocciones ni técnicas complejas. Su textura agradable y su capacidad para combinar con distintos alimentos lo convierten en un aliado para quienes buscan preparaciones equilibradas sin invertir demasiado tiempo.
El proceso de elaboración del burgol -que incluye hervido, secado y partición del grano- permite conservar buena parte de sus nutrientes, entre ellos fibra, proteínas vegetales, vitaminas del grupo B y minerales como hierro y magnesio. Por ello, es una alternativa adecuada para dietas más conscientes y variadas.
En la cocina cotidiana, el burgol puede utilizarse en ensaladas frescas, rellenos de verduras, guisos o preparaciones vegetarianas. Su adaptabilidad lo vuelve ideal para integrarlo a diferentes estilos culinarios.
Una forma clásica de incorporarlo es mediante el tabule. Para esta preparación se hidrata burgol fino con agua caliente y se mezcla con tomate picado, cebolla morada, perejil, menta, jugo de limón y aceite de oliva. El resultado es una ensalada liviana y aromática, apta como entrada o acompañamiento.
Otra opción consiste en elaborar hamburguesas de burgol y verduras. Se cocina burgol mediano hasta que esté tierno y se combina con zanahoria rallada, cebolla salteada, ajo, huevo y pan rallado o avena. Se condimenta con comino, pimentón y pimienta, se forman las piezas y se cocinan en sartén o al horno.
El burgol también puede utilizarse como relleno caliente para verduras. Una vez cocido, se mezcla con cebolla, morrón, tomate, especias y frutos secos o pasas. Esta preparación es ideal para rellenar zapallitos, morrones o berenjenas, que luego se hornean hasta obtener una textura tierna y sabrosa.
Fuente: con información de TN

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