Organizó una comida con champiñones letales para la familia de su ex y ahora enfrenta cadena perpetua
El jurado consideró que el ataque fue premeditado y podría recibir prisión perpetua a fin de agosto.
Un caso que conmociona a Australia llegó a su veredicto: Erin Patterson, de 51 años, fue declarada culpable por el asesinato de tres familiares de su exmarido y el intento de homicidio de un pastor metodista, a quienes envenenó con un plato de beef Wellington preparado con hongos amanita phalloides, conocidos como “death caps”.
El hecho ocurrió en julio de 2023 en la localidad rural de Leongatha, cuando la acusada reunió a los padres y la tía de su exesposo, Simon Patterson, en un almuerzo que terminó en tragedia. Horas después, todos presentaron síntomas de intoxicación grave. Tres de ellos murieron en pocos días y solo uno sobrevivió tras un trasplante de hígado.
Las sospechas recayeron de inmediato sobre Erin, la única que no resultó afectada. Durante la investigación, la policía halló un deshidratador con restos de toxinas y sus huellas dactilares, lo que confirmó que los hongos habían sido procesados de manera intencional.
El juicio, que se extendió durante diez semanas y fue seguido de cerca por la prensa internacional, presentó pruebas contundentes: mensajes manipuladores, registros de compras, contradicciones en las declaraciones y antecedentes de intentos de envenenamiento previos contra su exmarido.
El jurado de la Corte Suprema de Victoria concluyó que el crimen fue premeditado y motivado por conflictos familiares y resentimientos personales. La audiencia de sentencia será a fines de agosto y se espera que Patterson reciba cadena perpetua, aunque su defensa ya anticipó que apelará.
Este caso se suma a una lista de envenenamientos célebres que han puesto en debate el rol de los hongos venenosos en la criminología y la dificultad para detectar a tiempo sus efectos letales.
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