La odisea de Chiqui Abecasis en su vuelo a Mar del Plata
En diálogo con Radio Mitre Mar del Plata, el humorista Chiqui Abecasis contó el mal momento que vivió en una movilizante odisea, ocurrida este domingo en su vuelo desde Buenos Aires hacia Mar del Plata.
Durante el verano Abecasis integra el elenco de “Mi mujer se llama Mauricio”, que realiza temporada en Mar del Plata, y participa de la peña de Morfi, ciclo emitido por Telefé. Luego de participar del programa televisivo hasta las 14, se dirigió rápidamente hacia el aeropuerto para subirse al vuelo de las 15 con destino a La Feliz.
“Llegué y me dijeron que el vuelo estaba demorado. El vuelo salió a las 5 de la tarde desde Buenos Aires. Demoró unos 50 minutos el avión, cerca de la 5.50, en el momento más terrible del viento en Mar del Plata, que decían que hubo unas ráfagas de 100 km/h”, recordó.
La situación más crítica la sufrió durante el intento de aterrizaje. “El piloto muy avezado se mandó a aterrizar y el viento le cruzó totalmente el avión. Fue terrible porque la gente empezó a entrar en pánico en algunos sectores del avión. Yo tenía una compañera al lado mío que ya se estaba despidiendo”, relató sin perder el sentido del humor.
Asimismo, el humorista confesó que “fue un momento duro. Yo estaba observando y vi cómo el avión se ladeaba, iba de ala a ala. Después empezó a cabecear y se cruzó. Me di cuenta porque dejé de ver la pista de aterrizaje”.
“El avión se cruzó, pero sin llegar a tocar las ruedas. El piloto tomó la decisión correcta en ese momento, levantó de nuevo y salió. Estuvimos unos 15 minutos sobrevolando el aeropuerto, después buscó altura y nos volvimos al aeropuerto de Buenos Aires”, explicó Abecasis sobre la decisión del piloto.
Sin embargo, la odisea no concluyó así, dado que el aterrizaje en Buenos Aires no fue nada fácil porque también había tormenta. “El tipo tomó la decisión correcta en el momento correcto. El tipo tuvo el combustible para poder bancar la vuelta”, aseguró.
Por último, se refirió a su estado de ánimo: “Yo estuve muy sensible todo el día. Trato de meterle humor porque estoy trabajando”.
“En ese momento se te pasan un montón de cosas por la cabeza. Se te pasa que hay que disfrutar, vivir tranquilo, no hay que hacerse problemas por cosas que nunca suceden y me acordé de mucha gente”, concluyó.
