Guerras, inteligencia artificial y crisis globales: los hechos que marcaron al mundo en 2025
Un año atravesado por conflictos armados, tragedias, avances tecnológicos y sacudones políticos en todos los continentese
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El 2025 quedará registrado como uno de los años más convulsionados de las últimas décadas a nivel global. Guerras que se profundizaron, líderes que cayeron, tragedias que expusieron la fragilidad de las sociedades modernas y avances tecnológicos que abrieron debates inéditos marcaron una agenda internacional intensa y, en muchos casos, dramática. Desde Medio Oriente hasta América Latina, pasando por Europa, África y Asia, el mundo vivió meses de alta tensión, cambios históricos y episodios que ya forman parte de la historia reciente.
Uno de los ejes centrales del año fue la guerra en Medio Oriente, con el conflicto entre Israel y Palestina recrudecido y la intervención directa de Irán, que elevó el riesgo de una guerra regional. A la par, la guerra entre Rusia y Ucrania continuó sin una salida clara, con ofensivas renovadas, miles de víctimas y un fuerte impacto económico en Europa. En África, las masacres en Sudán dejaron una de las crisis humanitarias más graves del planeta, mientras la comunidad internacional mostraba serias dificultades para responder con eficacia.
En el plano político, 2025 fue un año de giros bruscos. Venezuela volvió a estar en el centro de la escena internacional tras el secuestro de referentes opositores, el endurecimiento del régimen de Nicolás Maduro y una creciente intervención de Estados Unidos en el conflicto interno.
En Brasil, la detención y condena de Jair Bolsonaro sacudió al sistema político regional. Chile estrenó nuevo presidente en un contexto de polarización social, mientras que en Europa crecían las tensiones con protestas masivas en España contra el turismo desmedido y el avance de fuerzas de ultraderecha en varios países.
La violencia también marcó el pulso del año. En Estados Unidos, nuevos tiroteos masivos, como el ocurrido en Alabama, reavivaron el debate sobre el control de armas. En México, el narcotráfico volvió a mostrar su rostro más brutal con decapitaciones y una profunda crisis institucional.
En Australia, una masacre antisemita en Bondi Beach conmocionó al país. Tragedias inesperadas completaron el panorama: el incendio de un edificio en Hong Kong, con 128 muertos y más de 200 desaparecidos; la muerte del futbolista Diogo Jota y su hermano en un accidente; y el fallecimiento de un niño británico tras realizar el reto viral “blackout challenge” de TikTok, que volvió a poner en discusión el rol de las redes sociales.
La crisis climática fue otro de los grandes protagonistas del año. 2025 registró récords históricos de temperatura global, incendios forestales de magnitud inédita en distintos continentes, inundaciones devastadoras y advertencias cada vez más urgentes por parte de la comunidad científica. El cambio climático dejó de ser una proyección futura para convertirse en una realidad cotidiana con consecuencias directas sobre millones de personas.
En paralelo, el avance tecnológico aceleró debates éticos y políticos. La inteligencia artificial tuvo un rol central: desde el caso de Albania, que presentó un ministro virtual creado con IA para combatir la corrupción, hasta el crecimiento de los deepfakes políticos y los primeros intentos serios de regulación global.
En ese mismo terreno, la empresa Colossal Biosciences anunció un hito histórico al lograr la desextinción del lobo terrible, un hecho sin precedentes que abrió interrogantes científicos y morales. En el mundo corporativo, la industria del entretenimiento vivió un terremoto con el intento de Netflix de comprar Warner Bros, mientras Paramount se sumaba a una puja millonaria que podría redefinir el mapa audiovisual.
La religión también atravesó un año histórico. La muerte del papa Francisco cerró una etapa clave para la Iglesia Católica y dio paso al pontificado de León XIV, en medio de tensiones internas y desafíos globales. En ese marco, la canonización de Carlo Acutis, el primer santo millennial, simbolizó el cruce entre fe y era digital. América Latina, por su parte, avanzó en debates sensibles: Uruguay aprobó la ley de eutanasia, marcando un hito regional en derechos civiles.
Finalmente, 2025 dejó imágenes que resumieron el espíritu del año: una fragata mexicana chocando contra un puente en Brooklyn, el robo de obras en el Louvre, la creciente tensión entre Tailandia y Camboya, la compleja relación bilateral entre Donald Trump y Javier Milei, y un mundo cada vez más interconectado, pero también más frágil.
Un año que expuso con crudeza las contradicciones del siglo XXI y que, sin dudas, seguirá dando que hablar mucho tiempo después de haber terminado.

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