La historia del rock nacional tiene un episodio dedicado a la creación, permanencia y separación de los que fue uno de los máximos exponentes del genero: Los Redondos. La vigencia de la música de Patricio Rey y sus redonditos de Ricota está intacta y los fanáticos del grupo recuerdan con nostalgia y emoción el final discográfico de la banda. Momo Sampler celebra hoy, dos décadas desde su lanzamiento.

El Indio Solari aprovechó el comentario de un seguidor, que en su cuenta de Instagram le pidió una recomendación para escuchar música, para mencionar el disco. “Hoy, Momo Sampler. Escúchalo desde este tiempo y sin prejuicios. Es lo mejor y perdurable artísticamente con Los Redondos”.

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El disco, salió el 17 de noviembre de 2000, debajo de la tapa negra -que traía un medallón con la imagen del rey del Momo- a cargo de Rocambole se refugiaban las últimas 11 creaciones que el grupo hizo antes de la separación. El trabajo fue grabado entre Buenos Aires y Nueva York. Para la placa, la banda, formada en 1976, llamó al Ingeniero de sonido y productor Mario Breuer y a Eduardo Herrera.

El histórica material -que abría con el “El Templo del Momo”-, repartió entre los 50 minutos de duración, clásicos como “Una Piba Con la Remera de Greenpeace” y “Sheriff”. El grupo empezó a preproducir el álbum 16 meses antes de la salida.

El disco fue el noveno álbum de estudio de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. El sucesor de Último Bondi a Finisterre, editado en 1998, fue presentado en Uruguay con dos fechas en el Estadio Centenario de Montevideo. EL 22 y 23 de abril de 2001, los músicos coparon el país vecino de ricoteros que partieron desde distintos puntos de la argentina para ver a su banda en vivo.

“Esta noche, tratemos de que no haya locales ni visitantes. Como siempre, acá en el recinto somos todos Redondos. Respeten un poco esta ciudad, la gente es muy hospitalaria, por favor, hagamos las cosas bien”, dijo el Indio durante la primera de las noches.

Además de estrenar las flamantes canciones, enloquecieron a los presentes con hits como “El pibe de los astilleros” y “Un ángel para tu soledad”, Vamos las bandas", “Preso en mi ciudad” “Tarea fina” y el tema que armó para siempre el pogo más grande: “Ji Ji Ji”

Luego del debut del disco, tocaron en el Chateau Carreras de la provincia de Córdoba ante 45 mil personas. El 4 de agosto de ese año sería el último concierto de la agrupación. La tensión interna y las dificultadas que el grupo atravesaba para tocar en vivo, debido a los actos de violencia, precipitaron el final de la formación. Luego de aquel evento emblemático, para el rock argentino, se inmortalizó el famoso cantico “Solo te pido que se vuelvan a juntar" con el que los seguidores, alimentaron durante 20 años, la esperanza de una vuelta a la misa ricotera.

Fuente: TN/La Viola