La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó recientemente, que la mitad de las más de 100.000 muertes en Europa por Coronavirus, ocurrieron en geriátricos, una "tragedia inimaginable" que se replica en todo el mundo y que desnuda la necesidad de extremar controles y mejorar las condiciones en que se encuentran los ancianos y trabajadores de esos centros.

"Nuestro país tiene la posibilidad de ver lo que paso en otros escenarios como lo fueron Europa, Asia y EEUU. Epidemiológicamente estamos con un rezago de unas 4 o 5 semanas, en relación a lo que estuvo pasando en España, donde se ha focalizado fundamentalmente el hecho de lo que ocurrió en las residencias geriátricas", manifestó Diego Bernardini, Médico de Familia, especializado en Gerontología y profesor universitario de la UNMDP en diálogo con el programa "No es un día Cualquiera", por Radio Mitre Mar del Plata.

Al igual que ocurrió en Estados Unidos o en Europa, los geriátricos argentinos pueden convertirse con facilidad en un foco de contagio del nuevo Coronavirus, "sabemos que una vez que el virus entra en una institución de este tipo, causa estragos, por lo que es importante, que si ya consideramos a las personas mayores como vulnerables, frente a la contingencia del Covid-19, sepamos que las personas que viven en estas instituciones son todavía aún mucho más vulnerables", subrayó.

Al ser consultado sobre si en Mar del Plata estamos a tiempo a tomar medidas en los geriátricos, Bernardini sostuvo que "sí, de hecho se han comenzado a tomar medidas. Como integrante de la Escuela Superior de Medicina en la UNMDP, estamos muy comprometidos con intervenciones y acciones. La semana pasada puntualmente se comenzó a trabajar a nivel municipal con la subsecretaría de prevención, con un grupo de trabajo que se creó con el Covid-19, capacitando a los inspectores, quienes son lo que van a ir a evaluar este tipo de instituciones".

"Solamente en Mar del Plata hay 180 residencias registradas y habilitadas. Sabemos que por supuesto hay muchos más que están en proceso o que directamente están trabajando sin habilitación. Este es un problema que no solo se da en Mar del Plata, sino que también lo vemos en la ciudad Buenos Aires, como así también en todo el país", aseguró.

"Esto de alguna manera viene a desnudar una falta importante de control, de gestión crónica que hay sobre estas instituciones y de las que lamentablemente nos vamos anoticiando cuando una de estas se incendia, o cuando se inunda. Si hacemos memoria, estamos siempre recibiendo noticias de desgracias que ocurren en estas instituciones", destacó.

Con respecto al personal que trabaja en los geriátricos, Bernardini indicó que "se trata de un personal muy crítico, primero porque es un personal que en general no tiene un grado de acreditación, en cuanto a su formación. Sabemos que hay gente que está realmente capacitada, pero también sabemos que hay mucha que no, y esto es fundamental".

"Estar capacitado implica estar familiarizado, no solo con los equipos de protección, sino con las medidas de protección y de higiene que requiere una persona mayor. Hay un tema que es puntual y fundamental y tiene que ver con quienes trabajan en estas residencias, quienes muchas veces salen y van a otros geriátricos o se van a cuidar a alguien a domicilio, desplazándose en medios públicos, en contacto con población general y eso es lo que hoy vemos que está llevando el virus dentro de las residencias", afirmó.

"Un personal capacitado sabe reconocer de manera anticipada los síntomas, sabe tomar decisiones, sabe higienizarse y por sobre todo y en cuanto al esfuerzo que debe realizar el Estado en este sentido, es que intente garantizar que esos trabajadores, solamente trabajen en un lugar. Hay mecanismos que se están implementando para que esto sea de esa manera, porque esto es muy importante", remarcó el especialista en Gerontología.

Sobre como afecta psicológicamente la pandemia del Covid-19 a los adultos mayores, Bernardini señaló que "esto nos afecta a todos. A los que estamos confinados en casa, de una u otra manera, seguro nos afecta. Las personas mayores por supuesto que resultan también afectadas. Sabemos que las personas mayores muchas veces sufren de soledad, de aislamiento, pero el mensaje que debemos dar, es que el hecho del distanciamiento físico, no significa aislamiento social".

"Tenemos que buscar las formas de poder garantizar que ese adulto mayor esté comunicado, y estar comunicado, significa que cuando hablemos con ellos, no caer en lo que muchas veces vemos, que es un llamado "check list". La idea es establecer una comunicación donde nosotros podamos escuchar, donde sobre todas las cosas demos tiempo al silencio, para que esa persona mayor nos pueda compartir ese momento de angustia, esa tristeza, ese desamparo que muchas veces están viviendo y que nosotros podamos aprender a abrazar con la palabra", manifestó el especialista.

"Lo importante es entender dos cosas, primero que esta es una situación que va a pasar y por otro lado es que en Argentina esto recién está llegando. Mi impresión es que la población ya se está relajando y piensa que esto ya pasó, que tuvimos la suerte que no tuvieron otros países y mi pregunta es por que si países como España, Francia, EEUU, que tienen sistemas sanitarios muy sólidos, muy fuertes, tuvieron escenarios tan dramáticos, ¿por qué en nuestro país debería ser diferente?", se cuestionó.

"Mi obligación como médico es siempre plantear dudas, generar preguntas y por sobre todas las cosas prevenir y a mi me parece que en Argentina, nos estamos relajando antes de tiempo y esto puede ser muy peligroso", concluyó el doctor Diego Bernardini.

Gerontólogo