La Cosmiatra Romina Henze define al “protector solar como el principal antioxidante y protector del envejecimiento al cuidarnos de la radiación ultravioleta”.

“Necesitamos recurrir a sustancias hidratantes y tonificantes que ayuden a recuperar nuestro factor natural de humectación” agrega.

“Otro activo importante son las citoquinas porque estimulan la renovación del colágeno y ayudan a que la piel tenga mayor elasticidad y firmeza. Es conveniente que estos activos se apliquen durante la noche”.

Cómo frenar el proceso oxidativo

A partir de los 30 años la piel llega a su máxima plenitud y es importante recurrir a activos para mantenerla y preservarla debido a que es a partir de esta edad que comienza a retardarse el proceso de regeneración cutánea.

“La piel va perdiendo su equilibrio debido a los radicales libres, para combatirlos podemos elegir activos con coenzima Q, el estrés diario, etc. Este activo es importante aplicarlo luego de limpiar la piel”.

“Realizar una máscara facial al menos una vez a la semana también aporta muchos beneficios a la piel; si tiene antioxidantes ayuda a trabajar las hiperpigmentaciones, oxigena la piel y la revitaliza” explica Romina.

“A mi me gustan mucho las arcillosas, blandas, con el agregado de algún activo descongestivo para tensar y oxigenar la piel. Como beneficio aporta oligoelementos esenciales para las células y arcillas que aportan la luminosidad que la piel pierde debido al estrés diario”.

Retinol: aliado contra el envejecimiento

Con el envejecimiento comienzan a aparecer líneas de expresión y arrugas, asociadas a flacidez cutánea.

El retinol es un derivado de la vitamina A que, aplicado de forma tópica, consigue tratar arrugas y manchas.

“Es un activo importante para tener en cuenta porque el retinol frena el proceso oxidativo y lo ideal es aplicarlo durante la noche”.

Además, estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico, combate las arrugas, reduce el tamaño de los poros y aclara las manchas.

envejecimiento cutáneo