El hilo invisible es la última película del director Paul Thomas Anderson, quien deslumbró al mundo del cine con el estreno de Juegos de placer en 1997 y desde entonces se convirtió en uno de los cineastas más aclamados de los Estados Unidos. Su historia de amor casi imposible ya está disponible en Netflix.

El filme sigue a Reynolds Woodcock, un diseñador de alta costura de Londres de los años 50. Su éxito profesional se diferencia de su vacío personal. Daniel Lay-Lewis es el encargado de darle vida a un hombre frío cuya vida gira entorno al trabajo.

Woodcock se siente incapaz de amar, porque por la única mujer que él sintió admiración absoluta, está muerta. Fue su madre, quien le enseñó el oficio que lo llevó a la cima del mundo de la moda.

La única relación constante que tiene con una mujer es con su hermana Cyril, interpretada por Lesley Manville, quien fue nominada al Oscar a mejor actriz secundaria por su rol. Ella es su socia. Existe una sincronía entre ambos. Cada uno sabe qué le gusta al otro y qué no.

Sin embargo, todo cambia cuando aparece Alma, interpretada por Vicky Krieps. Woodcock se siente cautivado por ella, quien trabaja de moza. La invita a cenar y le muestra su mundo. En su primera cita, el diseñador le cuenta que en el forro de una prenda se puede coser casi cualquier cosa. El que él llevaba puesto en ese momento, escondía un mechón de pelo de su mamá.

El modisto se da cuenta que no desea tener con Alma una relación convencional. La considera su musa y amante, pero ella, quien se enamora de él, comienza la ardua tarea de tratar de conquistarlo.

La conexión entre ambos era poco probable. Se trata de dos personajes de mundos distintos. Un genio de la moda y una camarera. De hecho sus caminos se cruzaron por casualidad. Woodcock es un hombre con una rutina meticulosa y no frecuentaba el lugar donde ella trabajaba.

Él es un egocéntrico que sabe lo bueno que es en su trabajo y no duda en aprovecharse de eso para hacer lo que quiere. Ella tiene un rol de sumisa. La relación tiene elementos tóxicos, lo que hace imposible que el espectador piense que pueden seguir juntos. Con la personalidad caprichosa del protagonista, es fácil imaginar que él pronto buscará otra musa, por más intentos que ella haga para no ser una más del montón.

Reynolds Woodcock fue el último personaje de Daniel Day-Lewis en cine, quien se despidió a lo grande. La historia obtuvo seis nominaciones al Oscar, a mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz secundaria, mejor vestuario y mejor banda sonora. La única estatuilla que se llevó fue la de la indumentaria.

En esta historia, Anderson aborda algunos de los temas que están presentes en la mayoría de sus trabajos como el control que alguien trata de imponer sobre otro y las formas de buscar conexiones afectivas.

Además, de esta ficción, en Netflix está disponible otras de las creaciones del director. Se trata de Anima, un cortometraje de 15 minutos para los fanáticos de Radiohead. El líder de la banda, Tom Yorke, es el protagonista de este video sin diálogos.

Fuente: Clarín