Desde hace tiempo la Criolipólisis es uno de los tratamientos estéticos más elegidos para disolver adiposidades rebeldes que no logran eliminarse mediante dieta y ejercicio.

Según la ANMAT “el tratamiento no invasivo denominado criolipólisis (CL) tiene por objetivo reducir perceptiblemente la grasa subcutánea luego de la aplicación de frio y vacío en caderas, abdomen, cara interna y externa de los muslos, carilla interna de rodillas, brazos, espalda alta y baja, flancos, tejido pectoral y área submentoniana (debajo del mentón)”.

“Estudios realizados, primeramente en animales y luego en humanos, establecieron que este método destruye los adipocitos del área tratada, debido a la sensibilidad de este tejido al frío, con la consecuente reducción de la capa grasa sin daño evidente a la piel ni las estructuras circundantes. Inicialmente, se pensó que, como el adipocito es destruido y fagocitado, la grasa podría liberarse a la sangre, aunque en cantidades despreciables; sin embargo, existen algunos estudios específicos que demuestran que este procedimiento no causa aumento de lípidos séricos”.

Sin embargo, al someter la zona que se pretende reducir a muy altas temperaturas durante unos cincuenta minutos muchas personas manifiestan incomodidad y no toleran el procedimiento. Además, la técnica debe realizarse en forma correcta en el caso de la crio lipólisis plana se debe colocar un paño húmedo en la zona porque en caso contrario se pueden producir lesiones en la piel.

Especialistas en Estética corporal advierten que es posible lograr un resultado muy eficaz recurriendo a activos que generen el mismo efecto frío sin ser tan invasivos ni generar una sensación incómoda de “congelamiento”.

Además reconocen que “existen grandes beneficios a la hora de contrarrestar temperaturas en el cuerpo: se acelera el metabolismo de oxidación de las grasas, permite la corrección conjunta de nódulos celulíticos, depuración y tonificación de la piel”.

Procedimientos más tolerantes

Los especialistas destacan otras maneras de realizar un tratamiento de Crioreducción.

“Se pueden utilizar activos con urea, glicólico y vitamina C que aceleran el recambio celular y corrigen la malla irregular de la piel”.

“Lo ideal es realizar un estímulo térmico para activar la circulación y apoyarse en herramientas como la electroporación que permite una mayor absorción de los activos en la piel” agregan.

La Crioreducción

La piel debe estar exfoliada y limpia.
Luego se aplica un producto con efecto termogénico para que ejerza una acción directa en el tejido adiposo y muscular.
Activos como la carnitina, fosfatidilcolina se pueden utilizar tanto en una cabina como para apoyo domiciliario.
Una vez realizado el estímulo térmico se pasa al frío. Los especialistas recomiendan utilizar productos con activos como fucus, alcanfor, mentol, árnica, jengibre, espirulina, Aloe vera, algas y centella asiática.

Cómo se aplican los activos fríos

Los especialistas recomiendan aplicarlos en las zonas que se busca reducir la adiposidad y colocar sobre la misma un paño húmedo para concentrar el frío.

“Para que la zona se mantenga fría podemos agregar piedras y aplicar un masajeador manual” destacan.

“Además otros activos como castaño de indias activan el sistema linfático, y naranja amarga favorece la ruptura de las células grasas. La técnica no sólo reduce adiposidad sino que también mejora la pesadez de las piernas y arañitas”.

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