El marplatense que juega en San Marino y sueña con ser 100% profesional
Gastón Robba habló con Marca Deportiva Radio (FM 99.9) sobre su particular experiencia en el fútbol de San Marino donde además, debe tener otro trabajo para sobrevivir.
No siempre irse al fútbol europeo para un jugador que busca ser profesional, es algo sencillo. Por el contrario, a veces aparecen situaciones inesperadas que terminan cambiando los planes iniciales. Eso le pasó al marplatense Gastón Robba que en 2021 se fue a jugar a Italia y terminó desempeñándose con suceso en el San Giovanni de la liga de San Marino, uno de los países más reconocidos por el bajo nivel de su selección nacional.
En diálogo con Marca Deportiva Radio (FM 99.9) desde Rimini donde está viviendo, indicó que “estoy a 20 kilómetros de San Marino, me queda cerca”. Remontándose a aquél momento donde decidió irse a Europa, recordó que “estaba jugando el Regional Amateur en Bariloche a fines de 2021 pero por contactos y amigos que tenía en Italia jugando, me llamaron de un club donde estaba un compañero. Tenía ganas de cambiar de aire, hice la ciudadanía italiana, fue una decisión de vida y me vine para acá”.
Cuando parecía que todo podía ser positivo para él, comenzaron los problemas: “La ciudadanía no era tan fácil como parecía, me quedé sin jugar varios meses hasta que la pude obtener. Estuve en otro club italiano (Cattolica) pero se equivocaron en no pedir el transfer a la argentina, jugué dos partidos y me suspendieron dos meses”. Esa fue la circunstancia que detonó en buscar un nuevo destino.
“Tenía cerca a San Marino que es otra federación y hice todo para jugar allí. Conocí muchos argentinos que me dieron una mano en su momento. La gente que me trajo se hizo cargo del tema vivienda y alimento. Cuando salió finalmente la ciudadanía se hizo todo más fácil”, recordó Gastón que vivió en Mar del Plata hasta los 6 años antes de irse con sus padres a Quilmes.

La oportunidad en el país de la que se conoce como “la peor selección del mundo”, surgió por más contactos que fue conociendo. “Hay varios argentinos en San Marino, uno de ellos preparador físico y su hijo jugaba ahí, me llevó a ver unos partidos y fui conociendo como era. Por otros dos argentinos que juegan en San Giovanni, terminé en este equipo. Tienen la selección con mala fama porque no gana nunca pero como es un país de 30 mil habitantes jugando ante Inglaterra, por ejemplo, no tenes posibilidades. En la liga, la mayoría son italianos y hay jugadores de todo el mundo”.
Desde su llegada al club, pudo vivir momentos muy buenos y hoy está disfrutando de su presente: “venían de años muy malos, siempre de mitad de tabla para abajo, pero este año terminamos séptimos y después de 28 temporadas entramos en cuartos de final. Después quedamos eliminados. Hicimos un gran torneo y en lo personal siendo defensor central, hice 8 goles. La adaptación no me costó mucho porque es todo cancha sintética y entré al grupo rápidamente. Esta temporada soy el más veterano”, comentó bromeando luego de cumplir 30 años.
A pesar de que logró esa solución al problema que tuvo en su llegada a Italia, ahora quiere dar un salto de calidad y es lo que está buscando: “la aspiración de uno es vivir solamente del fútbol pero tengo un sueldo y además un trabajo aparte. No te sentís tan profesional. Ahora me gustaría dar un salto a otra liga o dentro de la misma liga, a un club más grande”.
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Para sobrevivir, tuvo que buscar otro trabajo y encontró el que le permite también entrenar y jugar sin problemas: “trabajo en un supermercado adentro de un shopping haciendo limpieza. Laburo temprano y al mediodía estoy libre”.
Luego de tres años, el marplatense también destacó que hay cosas que es imposible no añorar a la distancia: “se extraña mucho la familia, las amistades y las reuniones familiares. Conocí varias familias argentinas y estoy con mi mujer por lo que no me siento tan sólo. Mi abuelo todavía vive en la casa donde me crié hasta los 6 años en Mar del Plata y después de que me fui a Quilmes, volvíamos todos los veranos", recordó sobre la ciudad.
Su experiencia indica que no todo es fácil cuando se toma la decisión de ir a Europa, pero a de poco las cosas se fueron encaminando porque sabía lo que quería: “uno por ahí lee las notas y cree que todo sale bien desde el inicio, hay que tener el objetivo claro y todo se va acomodando como me pasó a mí”.
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