El club de las cinco: Wenders + ficción + Cage + krakens y sirenas + Rusia
Por Mex Faliero
DÍAS PERFECTOS dirigida por Wim Wenders, con Kôji Yakusho, Arisa Nakano, Tokio Emoto. En cines.
-Wenders (El amigo americano; París, Texas; Las alas del deseo; Tan lejos tan cerca) fue uno de los directores europeos más destacados entre los 70’s, los 80’s y buena parte de los 90’s. Ahí está el grueso de su filmografía y de sus películas destacables. Después se quedó sin ideas y comenzó a vagar por el mundo como un world director, entre clisés y estereotipos vacíos. Y cuando nadie esperaba nada ya de su cine, se despacha con esta Días perfectos, que ingresa fácilmente entre lo mejor de su obra: esta historia sobre un tipo que se dedica a limpiar los baños públicos de Tokio es entrañable; contada con un nivel de detalles similar con el que el protagonista realiza su metódica y rutinaria tarea día tras día. Sobre esa rutina, Wenders registra los pequeños cambios, lo imprevisible, lo que está fuera de las posibilidades del mundo que su protagonista administra con absoluto control. Y en esas grietas, surgen datos sobre el pasado de este personaje taciturno y sensible, que se expresa más a partir de la música que escucha en sus casetes (gran banda sonora) que con palabras. Película hermosa y hecha sobre lo mínimo. Un regreso de Wenders por la puerta grande.

AMERICAN FICTION dirigida por Cord Jefferson, con Jeffrey Wright, Tracee Ellis Ross, John Ortiz. En Prime Video (desde el martes 27).
-Esta nominada al Oscar a Mejor Película no llegará a los cines argentinos e irá directamente a la plataforma. Wright (notable) interpreta a un docente universitario y escritor que vive con furia la falta de interés de las editoriales en su nuevo libro, mientras la publicación de un texto con todos los lugares comunes y clisés sobre la comunidad afroamericana se convierte en un boom de ventas y en una defensa paternalista de la crítica literaria. American fiction es una sátira muy ácida sobre la industria cultural actual, ganada por la corrección política y la sensibilidad woke (la primera escena es magistral al respecto): “¿En qué momento se volvieron tan sensibles?”, se pregunta el protagonista. Hay sí una subtrama familiar del personaje que no parece sumar demasiado, más allá de querer profundizar en el costado menos cínico de un personaje bastante misántropo, y cierta comodidad en una pose canchera que a veces es la del protagonista, pero a veces es la de la película. Y Jefferson, que viene de la televisión, nunca logra darle textura cinematográfica al relato. Más allá de estos reparos, American fiction sabe ser muy divertida y resulta una radiografía despiadada de este momento complicado de la industria cultural, especialmente la norteamericana.

PLAN DE RETIRO dirigida por Tim Brown, con Nicolas Cage, Ashley Greene, Ron Perlman. En cines.
-Cage fue estrella en ascenso, fue estrella, fue héroe de acción, fue actor del cine indie en busca de premios, cayó en desgracia, filmó cientos de porquerías, se convirtió en chiste, regresó en plan autoparódico y venció, y ahora se balancea entre productos descartables y películas interesantes. Plan de retiro es un poco de estas últimas dos posibilidades: una mujer involucrada en una trama criminal manda a su pequeña hija a las Islas Caimán donde vive su padre, al que hace diez años que no ve y al que la nieta directamente no conoce. Pero no manda sola a la nena, también manda oculto en la mochila un dispositivo con información de interés para unos mafiosos. Plan de retiro es como una comedia de acción independiente, que tiene ideas realmente absurdas y delirantes, pero que es un poco torpe para ponerlas en movimiento. Nunca nos causa la gracia desquiciada que supone y la acción luce un tanto berreta. Entre la película de acción Clase B y la parodia, se desliza, es cierto, con bastante libertad, como bien lo deja en claro la resolución de su conflicto padre/hija/nieta. Un film menor y por momentos disfrutable, que integra esta interesante etapa de búsqueda y renacimiento en la carrera del actor. No está mal.

KRAKENS Y SIRENAS: CONOCE A LOS GILLMAN dirigida por Kirk DeMicco y Faryn Pearl, con las voces originales de Jane Fonda, Lana Condor, Toni Collette. En HBO Max.
-Esta película animada de Dreamworks que pasó por los cines mete en una licuadora varios tópicos del cine adolescente norteamericano, los mezcla con fuerza y los integra a una trama fantástica -cercana al relato de titanes a lo Godzilla- sobre la disputa ancestral entre krakens y sirenas en un simpático pueblito costero. Es decir, adolescente conflictuada con su identidad, tendrá que aprender a aceptarse para que finalmente la acepten los demás. Dreamworks, otrora casa creadora de franquicias gigantescas (Shrek; Cómo entrenar a tu dragón; Kung fu panda), se ha refugiado desde hace años en películas mucho más modestas en forma y ambiciones. Y Krakens y sirenas: conoce a los Gillman es un poco eso, una película simpática, con un diseño bellísimo y un uso acertado de su banda sonora llena de canciones pop, que disfraza con todo este envoltorio su falta de ideas novedosas.

NAVALNY dirigida por Daniel Roher, con las participaciones de Alexei Navalny, Yulia Navalnaya, Dasha Navalnaya. En HBO Max.
-Ni lenta ni perezosa, HBO reflotó tras la muerte de Alexei Navalny este documental ganador del Oscar sobre la figura del acérrimo opositor a Vladimir Putin. La película de Roher es claramente un panfleto a favor de la figura de Navalny, narrado desde una subjetividad que le quita todo el valor del registro documental: es decir, tenemos un mundo de malos-malos (Putin y todo su gobierno) y otro de buenos-buenos (Navalny y su familia). Ahora bien, eso no impide que el documental tenga algunos momentos asombrosos que exponen la ridiculez de un gobierno totalitario como el que encarna el líder ruso. Por ejemplo, una investigación sobre el envenenamiento del opositor (ocurrió en 2020) termina con una suerte de joda telefónica a uno de los científicos que participó de la operación, quien revela con pelos y señales cómo fue que se llevó a cabo y por qué se falló. Es un momento sorprendente y hasta humorístico, donde lucen las herramientas del cine documental. Luego sí, vuelve lo maniqueo, y lo más molesto de esta película que en todo caso sirve en sus mejores pasajes, en retrospectiva y a modo de presagio, para arrojar luz sobre la reciente muerte del opositor ruso.