Brooke Shields, a los 55: la vida de la actriz a 40 años de "La laguna azul"
Imposible olvidar su carisma en La laguna azul, el filme de Randal Kleiser estrenado en 1980 que inmortalizó sus ojos celestes en el mundo. Brooke Shields hoy tiene 55 años y se volvió algo así como una influencer de entrenamiento en Instagram. Su dura rutina de ejercicios es compartida semanalmente con su más de un millón de seguidores.
Decidida a moverse cada día sin excusas, su progreso es envidiable: es capaz de enfrentarse a ejercicios extremos, de afrontar cientos de abdominales, de quedar boca abajo de una barra por un tiempo prolongado… Durante la cuarentena, Shields intensificó los contenidos de fitness desde casa y ahora su cuenta es furor entre quienes aman ver rutinas de gimnasia (o practicar con ella como guía).
Pese a su gran situación económica, la actriz no quiere que sus hijas desconozcan el valor del sacrificio y apoyó que Rowan, de 17 años, y Grier, de 14, consiguieran trabajo por primera vez.
Según cita el medio Mail online, la morocha “les ha enseñado a sus hijos que el dinero no crece en los árboles” y les planteó a las adolescentes que debutaran en el mercado laboral, como lo hizo ella a los 12 años. Eso sí, nada de actuación por el momento para las chicas. “Hacen trabajos como cualquier hijo de vecino”, relató Brooke.
“El trabajo les da a mis hijas una perspectiva y una mayor comprensión de lo que significa un dólar”, reconoció.
Por otro lado, Brooke usa su cuenta de Instagram como gran canal publicitario. “Vende” seguros de vida en sus posteos.
Ex del tenista André Agassi, la actriz y modelo celebra hoy una sólida relación con Chris Henchy, su marido, con quien convive desde hace casi 20 años.
“Preparada para mi película @netflix. Listo para mi primer plano”, escribió hace unos días en sus redes sociales, a modo de misterioso anuncio de su regreso a la pantalla, esta vez para la plataforma de streaming.
En TV se vio a Brooke por última vez en ficción en participaciones en las series La ley y el orden y en Jane the Virgin.
Harta de que le pregunten por sus polémicos inicios (en 1978 debutó en Pretty Baby, filme en el que aparecía desnuda con solo 12 años) es estricta y selecta a la hora de hablar con los periodistas.
Desde varios sectores la critican por no querer sacar el velo a una época tirana de la industria. En 1980 protagonizó La laguna azul, historia en la que encarnaba a adolescente que vivía su despertar sexual en una isla junto a Christopher Atkins. ¿Cómo se permitía que una menor de edad rodara escenas sin ropa? ¿Qué cuidados había para escenas tan jugadas con una chica de 15 años?
El director Randal Kleiser se defendió argumentando que se empleaba “una doble” y que “Brooke aparecía con sus pechos cubiertos por su cabello”. La propia Shields minimizó el tema y contó que “una asistente social vigilaba que se cumplieran todas las condiciones de seguridad”.
Fan del movimiento hoy, la belleza de los ochenta admite que no se sentía lo suficientemente segura en esos tiempos y que logró reconciliarse con su cuerpo. “Nunca fui muy delgada así que no podía desfilar por una pasarela. Siempre era la que salía en las revistas, pero nunca entraba en la ropa de las modelos. Hoy trato de mostrarles a mis hijas una imagen de mujer completa, muy diferente a la que yo tenía cuando crecí. No quiero que sientan vergüenza de sí mismas. Yo tenía una desconexión total con mi cuerpo. Era la protagonista de portadas, tenía las mejores cejas o rasgos o lo que sea en lo que la gente quisiera fijarse en ese momento, pero sentía que no era perfecta”.
Fuente: Clarín