Astor Piazzolla, Marplatense.
Astor Pantaleón Piazzolla, nacido en la ciudad de Mar del Plata un 11 de marzo de 1921 e hijo de padres también marplatenses, es sin dudas uno de los más importantes referentes culturales que tiene la Argentina en el mundo.
Por Marcelo Gobello
El gran musicólogo inglés Martin Stokes señaló con mucho criterio -en su libro “Etnicidad, Identidad y Música: La Construcción Musical de un Lugar”, de 1994- que: "El hecho musical evoca y organiza las memorias colectivas y presenta las experiencias del lugar con una intensidad, un poder y una simplicidad no igualadas por ninguna otra actividad social". Y justamente la identidad marplatense de Piazzolla (patente en sus aficiones más queridas, sus costumbres más antiguas, sus cariños más fieles, y los aromas y paisajes de una niñez adorada) redefine la importancia de su figura en el patrimonio cultural de Mar del Plata, que tiene en el genial músico “vecino” un referente inspirador y ejemplar. Con sus casi tres mil composiciones Astor Pantaleón Piazzolla universalizó y jerarquizó la música popular argentina de una forma tal que hoy es considerado uno de los más grandes compositores y creadores del siglo XX. Sin ninguna duda se ha convertido en el artista más prestigioso e influyente que ha dado el país a nivel internacional. Tan admirado como discutido, fue ciertamente un hombre de una personalidad polémica, además de ser el compositor que llevó el tango de los bailes a las salas de concierto. Hoy en día la vigencia de la música y la obra de Astor Piazzolla no hace más que crecer en el mundo. Su genio no reconoce fronteras geográficas ni géneros musicales. Y si bien en su música se reconocen influencias y elementos de vastas y variadas procedencias (Bach, Mozart, Bartok y Stravinsky, mezclados con Cab Calloway, Duke Ellington y George Gershwin), su esencia está en Vardaro, Pugliese, Troilo y Gobbi, o sea, en el Tango. Algo similar ocurre con respecto a las ciudades que lo formaron: Nueva York, Buenos Aires, Paris, Roma y Punta del Este fueron fundamentales para su vida, pero su esencia está en Mar del Plata. Aquel jovencito de 18 años que llegó a Buenos Aires para cambiarle para siempre su música y su fraseo traía -como acertadamente escribiera hace años el periodista uruguayo Guillermo Saavedra: “los sonidos del Cotton Club, las fugas de Bach en el piano de un lejano maestro húngaro y la furia del mar en sus oídos”. Todos los marplatenses sabemos muy bien, y con orgullo, de dónde provino este último elemento.
La pasión de Astor Piazzolla por el mar fue, junto a la de la música, una constante inalterable toda su vida y marcó para siempre su carácter y la vinculación imperecedera con su ciudad natal. “Mientras pueda tocar el bandoneón puedo pescar un tiburón y mientras pueda pescar un tiburón puedo tocar el bandoneón”, esa frase del propio Astor define claramente su amor y postura ante ambas aficiones que marcaron a pleno su vida. Nieto de un avezado marinero italiano sobreviviente a por lo menos un naufragio, desde pequeño Astor se sintió fuertemente atraído por todo lo relacionado al mar, primero con las historias marineras contadas por su abuelo Pantaleón (de quien heredara su segundo nombre), luego por su afición a la natación en la popular Playa Bristol del centro de la ciudad muy cerca de su primer hogar y finalmente por su pasión por la pesca embarcada (más específicamente la del Tiburón), pasión que junto a la de la música lo acompañaría para siempre. Al joven Astor le encantaba ir a la playa, sobre todo para nadar, ya que era un excelente nadador y se había hecho muy amigo de los guardavidas de las playas del centro, donde se internaba 400 o 500 metros mar adentro a nadar con ellos en sus prácticas. Justamente una de sus comidas preferidas era una sopa de cazón (especie de tiburón pequeño de la zona) llamada “Cagnolina” que su padre Vicente había aprendido de la tradición marinera de sus ancestros. Pero pronto descubriría otra afición fundamental al embarcarse en una de las tradicionales embarcaciones pescadoras de la ciudad (las popularmente conocidas “Lanchas Amarillas”) y acompañar a su abuelo y primos a mar abierto. Allí nació ese amor permanente por el mar que nunca abandonaría en su vida y complementaría con otro descubrimiento unos años después: la música.
La pasión de Astor Piazzolla por el mar
Astor tenía un lugar de preferencia para pescar en Mar del Plata que estaba ubicado en las piedras de Playa Chica. Según Daniel Hugo Piazzolla, hijo de Astor, la escollera Sur era otro de los lugares preferidos para la pesca: “Yo era muy compañero de él de pibe, era su ladero. Recuerdo que me pasaba a buscar y nos ibamos dos días a pescar a Mar del Plata. Por supuesto que parábamos en la casa de los Noninos en Alberti 1561, donde estaba el chalet donde habían vivido siempre desde que regresaron de Estados Unidos. Mis viejos iban y venían durante el verano, yo no recuerdo haber pasado una temporada de verano en Capital, siempre en Mar del Plata. Ibamos mucho a la Playa Bristol de más chicos, porque no teníamos movilidad, así que bajábamos por Alsina hasta la costa y nos íbamos a la Bristol. Papá era muy amigo de todos los bañeros, ya que le gustaba mucho nadar.”
A los 18 años Piazzolla abandonó su costera ciudad natal hacía la Capital de la argentina para emprender su camino triunfal como uno de los músicos más importantes del siglo XX, pero nunca dejó de volver a su ciudad. Y si bien tuvo sus momentos de desencuentro con la ciudad que lo viera nacer, hay que recordar y resaltar las palabras que el propio Astor dejó inmortalizadas en una entrevista que, afortunadamente, quedó filmada para la posteridad: “Estoy muy orgulloso de haber nacido en Mar del Plata. Por eso en cada viaje que hago por el mundo, ya sea Europa, Estados Unidos o Asia lo dejo muy claro: ‘Soy argentino…pero de Mar del Plata’.”
A partir de el sábado 04/10 a las 21:00 llega a Radio Mitre (103.7) “La hora de Astor”, conducido por Marcelo Gobello.
La Fundación Astor Piazzolla, a través de un comunicado, agradeció a Marcelo González (Presidente de WAM Entertainment Company) y autoridades de Radio Mitre por la incorporación a la grilla de un programa esencial para mantener viva la memoria de Astor Piazzolla, figura central de nuestra cultura nacional, acercando su música y legado artístico a nuevas generaciones.
Fundación Astor Piazzolla.
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