Zona Roja, al límite: "No podes ni sacar la basura sin miedo"
Parece que nada logra solucionar los problemas de los que son víctima los barrios que integran el área conocida como Zona Roja en Mar del Plata. Ni luces, marchas cada noche y operativos policiales son suficientes para dar respuesta al reclamo de los vecinos, damnificados por las actividades que tienen lugar cerca de las puertas de sus casas: narcotráfico y prostitución.
La cuestión no es con la población trans, sino con las consecuencias y las personas que atraen sus prácticas. Gritos, peleas, basura, mugre, drogas, son algunas de las razones que le quitan el sueño a las familias que viven cerca de las avenidas Luro, Jara y Champagnat.
"Es caótico vivir, no se puede dormir. Siempre gritos, peleas, prostitución, venta de drogas. Tenemos mucho miedo, cuando vamos a trabajar, cuando volvemos, no se puede sacar una bolsa de basura, tenés que estar atento, te gritan de todo", indicó una vecina en diálogo con El Marplatense.
Sin embargo, hubo intentos de dar por tierra con el mencionado escenario de violencia, tensión y falta de higiene. Por ejemplo, en los último meses el Municipio instaló 380 luminarias led y una cámara de detección de patentes de vehículos en el área, pero no fue suficiente.
"Tenemos luminaria, hay alarma vecinal, pero los móviles no vienen en su mayoría. Es una zona liberada por completo. El cordón policial debería ser constante. Hay un griterio constante, peleas, mugre, condones y defecan en la calle", destacaron.
"Los vecinos hacemos marchas todas las noches. Estamos a la deriva ya no sabemos a quién recurrir. Realmente, necesitamos que el Municipio nos de una respuesta. Es un barrio donde hay menores y gente grande. Nosotros no estamos repudiando la identidad de las personas trans, el tema es el respeto hacia el vecino", concluyó.