Voley: de Mar del Plata al profesionalismo en España
Cuando Micaela Rosell Mamone se inició en el deporte en Once Unidos no pensaba llegar a ser profesional. Pero las circunstancias, y su habilidad, se unieron para que llegara a jugar en la Primera División Española. Tras pasar por varios clubes, incluido el Barcelona, para esta temporada fichó en el Algar, de Murcia, un equipo que milita la segunda categoría y tiene el objetivo de ascender.
“Después de mudarme a España, empecé a jugar en un pueblo y de ahí me hicieron unas pruebas para la Blume, un Centro de Alto Rendimiento de Barcelona. Entrenábamos cada día. Ahí estuve tres años y el objetivo que te ponen en la cabeza es llegar a Primera y jugar en la Selección Absoluta de España. Ellos tenían mis derechos de formación y me mandaron a un equipo, al Vall d'Hebron, donde debute en Primera con 17 años”, relató Rosell en una entrevista con El Marplatense durante sus vacaciones en Mar del Plata.
El interés de la central de 1,82 metros con el Barcelona era mutuo. Tras ganarse la titularidad en el Vall d'Hebron,, ya estaba lista para buscarse un puesto en el equipo “culé”, donde finalmente jugó dos temporadas juveniles, donde campeonaron en ambas, y luego en Primera.
Sobre los recuerdos de Mar del Plata y sus primeros contactos con el vóley, la jugadora comentó que de Once Unidos le quedaron, además de las bases, dos historias muy marcadas con la camiseta verde y blanca de la institución de Parque Luro.
“Mi primera camiseta fue un 4 en un torneo en Mar Chiquita, que todavía la tengo. Estábamos repartiendo las camisetas en la pieza, tomé el cuatro y lo adopté como mi número, porque todas mis camisetas desde ahí fueron con el 4”, señaló la central. Asimismo, en su rol también de entrenadora de las más chicas, les realiza un ejercicio que aprendió en el “Once” y le quedó “muy marcado”.
Para este año, se le suma el desafío de impulsar a un equipo para que llegue a la máxima categoría y su cabeza “sólo estará en el vóley”.