Rusia: es "imperdonable" acusar a Vladmir Putin por el atentado
Con el inminente anuncio de represalias rusas a Gran Bretaña y los 23 diplomáticos rusos expulsados preparando las valijas, continúa la guerra de acción psicológica entre ambos países tras el “intento de asesinato” del doble espía con un gas nervioso de origen ruso. El canciller británico Boris Johnson acusó hoy directamente al presidente ruso Vladimir Putin de haber ordenado personalmente el ataque en Salisbury contra los Skripal, que ha generado está inédita crisis.
“Nuestra pelea es contra el Kremlin de Putin y nosotros pensamos que es abrumadoramente posible que sea su decisión la de dirigir el uso de gas nervioso a las calles de Gran Bretaña, a las calles de Europa desde la segunda guerra mundial” dijo el canciller británico.
Las declaraciones fueron realizadas en el base Northolt de la Fuerza Aérea británica esta mañana. Inmediatamente Rusia respondió diciendo que “son chocantes e inolvidables”.
En esta guerra de palabras que recuerda al conflicto de Malvinas,fue la respuesta de Boris a la acusación del canciller ruso,Serguei Lavrov, que calificó como “intelectualmente impotente” y “sin educación” al secretario de defensa británico Gavin Williamson.
Al anunciar un mayor presupuesto y nuestras estrategias para enfrentar la guerra híbrida de Vladimir Putin, el secretario de defensa británico había dijo que Rusia debía “callarse e irse”.En el principal discurso desde que llegó al poder, Williamson calificó como “absolutamente atroz e indignante” el ataque ruso .
La oposición laborista no consideró demasiado profesional la respuesta del secretario de defensa". No fue la detallada, robusta respuesta que uno espera de un secretario de defensa” dijo el diputado Chuka Umunna. Angela Rayner, otra legisladora laborista, consideró a las palabras de Williamson como el “sketch de una comedia”.
Uno de los temores en Gran Bretaña es que Vladimir Putin quiera forzar con esta guerra híbrida una elección anticipada en Gran Bretaña, según destacó Clarín, ante la debilidad de la primera ministra Theresa May, el retórico apoyo de la Unión Europea por las difíciles negociaciones con el Brexit y la ausencia de mayoría para el gobierno conservador británico. Si hubiera elecciones hoy, los sondeos demuestran que podría ganar el laborismo .