Pesca en crisis: “El negocio está roto y la pérdida de competitividad supera el 100%"
Raúl Cereseto, empresario y especialista en pesca, habló con Los datos del día, por Radio Mitre Mar del Plata, y se refirió a la importancia del langostino en la actividad pesquera y lo que significa este negativo momento.
Raúl “Tato” Cereseto, empresario y especialista en pesca, analizó la fuerte caída del precio internacional del langostino, los altos costos internos y el conflicto entre las flotas fresquera y congeladora. Advirtió que la falta de medidas podría agravar el deterioro del sector.
“El langostino representa aproximadamente el 60% de las exportaciones pesqueras del país, así que imaginate la importancia que tiene dentro del octavo complejo exportador de Argentina”, introdujo Raúl “Tato” Cereseto, contador público, empresario del sector e integrante de la Cámara de la Flota Amarilla.
Actualmente, según explicó en diálogo con Los datos del día (Radio Mitre Mar del Plata), el sector enfrenta un conflicto entre la flota congeladora -que procesa el pescado a bordo- y la fresquera -que encajona el producto y lo lleva a tierra-. “El negocio está roto, eso está fuera de discusión. Y desde hace dos años hay un nivel de agresión entre las partes que se expresa incluso en redes sociales”, planteó.
Para el especialista, las causas son múltiples, pero el punto de quiebre fue la caída del precio internacional: “El langostino perdió mercado, sobre todo frente al Vannamei, un camarón de criadero que compite con el salvaje. Esto debilitó el interés de los mercados por nuestros productos”.
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“El precio internacional del langostino cayó un 40% en los últimos tres años y más del 100% en la última década. Mientras tanto, los costos subieron más del 120% por inflación. Esa brecha, entre precios que bajan y costos que suben, se llama pérdida de competitividad, y hoy supera el 100%. Cuando tus costos van en pesos, tu venta en dólares y el precio se desploma, tenés un flor de problema estructural”, sintetizó.
A eso se le suma, indicó, un “contexto internacional adverso, una matriz fiscal no competitiva por la presión impositiva y una estructura de costos absolutamente desnaturalizada”.
Respecto a la coyuntura política, tras varias reuniones en la Secretaría de Trabajo, Cereseto recordó el cambio de postura oficial: “Pasamos de un discurso donde nos acusaban de ‘pescar gratis’, a otro donde buscan cómo generar alivios fiscales. Es una brecha discursiva enorme en menos de un año. Alguien se estaba equivocando, y todo indica que no éramos nosotros”.
Si bien reconoció que la parte salarial es clave, pidió revisar toda la estructura de costos de la industria: “No alcanza con discutir lo gremial: hay que revisar el modelo completo”.
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El experto en acuicultura también puso el foco en la dimensión social del conflicto: “El langostino genera entre 1200 y 3000 millones de dólares anuales en exportaciones, representa el 60% de la actividad pesquera y da empleo a más de 40.000 personas. Cuando esta industria se frena, se estancan las economías regionales de las provincias con litoral marítimo”.
Por último, sostuvo que el Estado debe involucrarse de manera integral: “Tiene que ordenar la actividad, no sólo desde lo fiscal o gremial, sino también desde lo productivo y biológico. La pesca es una de las actividades más federales y generadoras de empleo en zonas sin otras industrias. Si no se toman decisiones estructurales, lo que hoy parece una disputa entre flotas va a convertirse en una crisis regional”.
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