Licitación del basural: la hora de la verdad
Este jueves será el Día “D” para el desembarco, ahora con ciertos -aunque dudosos- visos de legalidad, de las empresas de “transporte” de residuos como operadoras de rellenos sanitarios y sus sistemas asociados, como el tratamiento de líquidos lixiviados, conforme una novedosa fórmula, de puro cuño marplatense, que por primera vez las habilitaría a participar en una licitación para la cual carecen de toda experiencia específica en la materia.
En el marco de una nueva sesión ordinaria, el Concejo Deliberante tratará este jueves el pliego de licitación para la operatoria del predio de disposición final de residuos del distrito de General Pueyrredon. Se trata un negocio de $ 5 mil millones .
En lo que ha sido interpretado como una “manera artificial” de generar antecedentes, el pliego ha superado airoso las comisiones de Ambiente, Legislación y Hacienda gracias a la inocultable colaboración del Frente de Todos con el gobierno de Juntos. Sucede que el kirchnerismo se abstuvo en todas esas instancias para permitir que el proyecto llegue a la sesión prevista para este jueves.
El pliego avanzó así sin mayores ulterioridades tanto por la mencionada abstención del Frente de Todos, como por el silencio de la Unión Cívica Radical, a pesar de haber ambas fuerzas políticas anunciado -y nunca concretado- propuestas de modificaciones al pliego.
El que sí las hizo fue el concejal libertario Alejandro Carrancio quien, desde el momento mismo en que el Ejecutivo local enviara el proyecto para su consideración legislativa, viene denunciando que el pliego de bases y condiciones estaría “claramente direccionado” en favor de las actuales operadoras, esto es las empresas de “transporte” de residuos Ciageser, Ashira y Esur, que accedieron a la operación por medio de una más que precaria contratación directa del Emsur, a cargo de un cada día más objetado Sebastián D’Andrea.
Las modificaciones del concejal de Javier Milei apuntan básicamente a corregir la “inaudita” apertura de la capacidad técnica a las empresas de “transporte”, morigerando además los requerimientos de capacidad económica (facturación mensual y patrimonio neto requeridos), que resultarían más propias de esas empresas de higiene urbana -por el propio volumen de su giro empresario-, que de las específicas de operación de predios de disposición de residuos -en general con una importancia económica mucho más reducida-.
Ni que decir cuando en la licitación que se prepara no se contempla la realización de obras de infraestructura, sino únicamente servicio; con lo cual la excesiva acreditación de solvencia devendría a todas luces incongruentes.
Estas últimas modificaciones deberían ser atendidas, de resultar cierto el postulado expuesto por el propio D’Andrea en oportunidad de justificar ante la Comisión de Ambiente la insólita apertura a las empresas de higiene urbana: “Queremos garantizar una mayor cantidad de empresas oferentes”. El jueves será el día para comprobar la honestidad de enunciado del Emsur, o no.
También Acción Marplatense ha puesto el ojo en lo restrictivo de los requisitos exigidos en cuanto a la capacidad económica, pidiendo su reducción en un 50%, pero destacando además un requisito que fue observado duramente por la contaduría interna del Emsur -y obviado sin fundamentos por el Doctor “ambiente” Mariano Perticarari, asesor legal del Ente-: 15 años de operación continuada (no importa si en disposición -que es la materia licitada- o "transporte" de residuos) en una ciudad de población igual o superior a la del Partido de General Pueyrredon. Exigencia en tiempo (15 años continuados) sin precedentes, absolutamente invalidante de la mayor participación “deseada”, y que por lo demás abonaría la “tesis Carrancio”.
Con todo, por sus eventuales derivaciones jurídicas y determinación de responsabilidades, lo que más alarma a algunos abogados del foro local es la nula contestación a la contundente objeción de contaduría en ese punto.
Por lo demás Acción Marplatense, entre otras objeciones, postula un mejoramiento de la impresentable “planta social” actualmente existente en el predio. También Carrancio manifestó su preocupación por la “planta social” y la necesidad de contemplar obras, además de proponer un programa de difusión ambiental.
En cuanto al Frente de Todos no ha perdido oportunidad de manifestar su énfasis en considerar que el pliego es “malo y deficiente”, que no les gusta, y que sin dudas no hubiera sido su proyecto si dicha fuerza estuviera a cargo del Ejecutivo Municipal.
La lógica en tal sentido, y a tener por los rumores que recorren por estos días los pasillos del Palacio municipal, indicaría que es de esperar el rechazo de dicha fuerza política ¿opositora? al proyecto del Ejecutivo, en la sesión prevista para este jueves.
Es que fuentes bien informadas aseguran que un presunto compromiso del kirchnerismo con el sindicato de Camioneros, fue únicamente para no entorpecer el avance del pliego en su tratamiento en comisiones donde el Frente de Todos tenía poder de fuego, pero entonces humedecida la pólvora por virtud del aludido abstencionismo, claramente funcional al Pro. Pero hasta allí llegaría mi amor; si el Ejecutivo tiene otras expectativas pues que se gane la vida como pueda, y consiga él mismo las voluntades necesarias para su aprobación.
“Si tienen los votos, como dice tenerlos, que los pongan arriba de la mesa”, afirman desde el bloque K y preguntan con cierta ironía: “¿Las concejales de Lilita Carrió darán sus votos para aprobar un proyecto que se lo vincula al sindicato de camioneros? Se trata de la misma fuerza política que hace un par de años exigió que el municipio rescinda el millonario contrato de recolección de residuos con la empresa Transportes 9 de Julio SA.
Porque si ganarse la vida se trata, el jueves también podría reeditarse en esta ciudad -en cuanto a la identidad de la materia comprometida (transporte y residuos) y de actores en escena (Unión Cívica Radical y Camioneros)-, las circunstancias que llevaron a las huestes del alfonsinismo a resignar todas sus aspiraciones a acceder a la intendencia, debiendo resignarse al papel de cortesano del Pro, primero con Carlos Arroyo y ahora con Guillermo Montenegro.
La historia podría darle la oportunidad de desquite a la Unión Cívica Radical, justo cuando ya comienza a percibirse zafarrancho de combate ante el año electoral en ciernes, y sacudirse por la tristemente célebre frase: “Las campañas valen plata”, que frustrara en el pasado la carrera de Vilma Baragiola a la intendencia tras estallar el escándalo de una cámara oculta.
Es que si la oposición hace de oposición y el Frente de Todos, como se especula, vota en contra del pliego, más los seguros votos de rechazo de Carrancio y de Acción Marplatense, el oficialismo tendría que tener otra vez la ayuda del zigzagueante edil (oficialista, exoficialista, opositor, exopositor y hoy nuevamente juntista en la mayoría de las votaciones) Nicolás Lauría, y en ese caso, la presidencia del Concejo Deliberante en manos de la Unión Cívica Radical -vale recordar que Baragiola ocupaba ese mismo cargo-, tendría que recurrir al voto doble en caso de empate.
“La UCR tiene la oportunidad de reivindicarse ante la historia local, vengándose en estricta justicia contra los exactos mismos causantes de sus males”, coincidieron un grupo de correligionarios en una picante charla de café, a pocos metros del Comité local radical, durante la pasada semana.
Y no sería de extrañar porque, como expresara por estos días la Unión Cívica Radical bonaerense, en apoyo a las declaraciones de Facundo Manes respecto de la presidencia de Mauricio Macri: “Cualquier intento de uniformidad lesiona al proyecto colectivo y democrático".