La "Liga de Compradores" y su vínculo con Olavarría: quisieron apretar al histórico intendente Eseverri
Cayó este jueves en Mar del Plata "La Liga", una banda de accionar cuasi-mafioso. Los cuatro detenidos se negaron a declarar y desde este martes los imputados pasarán por el despacho del fiscal Pellegrinelli (de a 3 por día) para comparecer.
A raíz de salir a la luz este caso comienzan a aparecer situaciones y/o historias relacionadas a la "Liga de Compradores" y no solo en Mar del Plata.
Este grupo de personas, que en sus largos años tiene como una de sus máximas hazañas haber intentado apretar a don Helios Eseverri, el histórico y duro intendente de Olavarría por un cuarto de siglo que, cuan súper héroe de alguna serie de Netflix, era capaz de reducir a su entorno con sólo fruncir el ceño.
Quien escribe esta nota en el prestigioso diario de la ciudad cementera (El Popular) es el periodista Daniel Lovano. Y es realmente atractivo repasar su artículo, con anécdotas y curiosidades de la organización con orígenes en Mar del Plata que también hacía sus "negocios" en otras ciudades.
Según el relato de la nota, "La Liga" tuvo varias recordadas intervenciones en la ciudad de Olavarría. La más célebre de todas fue en de 2004, cuando salió a la venta el céntrico edificio de Cowan y Cestona (General Paz al 2800) donde el intendente en ejercicio, Helios Eseverri, fue una de las víctimas directas de las presiones de sus miembros.
En julio de 2010 la jueza Civil y Comercial María Hilda Galdós debió presentarse en el remate de dos propiedades en General Paz casi Alsina, a raíz del violento accionar de la banda. Días después avanzó en negociaciones con el Centro de Martilleros para establecer normativas para los remates judiciales con el fin de limitar su accionar.
El último fue en septiembre de 2012, cuando en la sede del Centro de Martilleros de Olavarría se desarrolló un remate judicial que atrajo a personajes de "La Liga de Compradores".
Al sumergirse en los archivos, la nota aparecida el día posterior en las páginas de EL POPULAR dice que "esta vez fueron alrededor de una decena, cantidad considerada baja para las presentaciones anteriores en Olavarría. Algunos de los miembros de la organización son vecinos de nuestra ciudad".
Los integrantes de la Liga actuaron según su costumbre: esperaron a verdaderos interesados en la puerta y ejercieron presiones, ingresaron a la sala al inicio de la subasta "y ocuparon los lugares donde habrían continuado los aprietes".
El rematador que encabezó la operatoria se mantuvo firme en la conducción y convocó al personal policial, presente tanto en la sala como en la vereda, para retirar a tres de los miembros de la Liga, que habrían amenazado e intimidado a los compradores durante el proceso.
La organización desactivada en Mar del Plata se dedicaba a la "alteración de subastas judiciales para la obtención de beneficios económicos", y entre enero de 2013 y octubre de 2018 logró que las ofertas de sus distintos miembros se impusieran en 324 remates, sobre 510 realizados en ese período.
A buen puerto fueron...
La escena del intendente del pueblo caminando una cuadra y media para participar a la vuelta de la comuna en el remate de una valiosa propiedad, y ser apretado por una banda de extorsionadores, bien podría ser parte de un relato del realismo mágico americano.
Pero sucedió en Olavarría a comienzos de la primera década de este siglo.
Don Helios Eseverri no está para contarlo desde el 21 de septiembre de 2007, pero un referente de aquella gestión (el doctor Julio "Chango" Alem) compartió la mañana frente a Cowan y Cestona con el alcalde de la Ciudad, y recordó todo lo que el paso de los años le permitió rescatar.
"Los de La Liga vinieron a participar del remate en lo que era la IKA, quisieron presionar a la gente que estaba allí. Justo estaba don Helios, pero no les dio pelota" comentó.
"Eseverri asistió con la idea de adquirir ese inmueble para el Municipio. Muchos detalles no me acuerdo, pero sí que lo quisieron apretar, o sugerirle a Eseverri que retire su oferta" apuntó.
Alem también recuperó de su memoria que llegó tarde al remate.
"Fue un episodio raro. No hubo amenaza, mucho menos violencia física. Sé que hablaron con él, pero me parece que no desarrollaron demasiados argumentos y cuando se dieron cuenta, o le dijeron que se trataba del intendente de Olavarría, se borraron" comentó.
Fuente: El Popular de Olavarría