"La despenalización del aborto no satisface el reclamo de la campaña"
El Gobierno evalúa agregar la despenalización del aborto a la reforma del Código Penal. En este marco, Paula Muniagurria, abogada y docente de la UNMDP que dicta el seminario de Género e Integra el Poder Judicial, señaló que esta medida no satisface lo que lucharon las feministas en la campaña. Además, brindó los detalles sobre las diferencias entre la despenalización que se ofrece y la legalización que buscaba el proyecto que fue rechazado este miércoles.
“Al día de hoy, tras la votación parece que sería una salida plausible. Se pensaría en la posibilidad despenalización, que no es lo mismo de legalización. Es un paso atrás del proyecto que se cayó en Senadores”, comenzó a explicar Muniagurria en diálogo con Radio Mitre Mar del Plata.
Esto buscará ampliar los “supuestos”. En la actualidad hay un sistema de prohibición con excepciones: el aborto eugenésico, aquella posibilidad de interrumpirlo para los casos que es resultado de una violación de una mujer con una discapacidad; el de grave riesgo para la vida de la madre; y finalmente el de violación.
“La idea de esta salida sería ampliar el esquema de despenalización para todos los supuestos que la mujer consienta. El problema es que no se sabe cómo se resolverá la eventual participación de un médico en caso de aborto quirúrgico. El proyecto ofrecería sacar a la mujer de la combinación penal, pero no se conoce la suerte que correría el profesional”, amplió la abogada en el programa Hoy es mejor.
El Código Penal actual, de todos modos, parece que “no le interesa” el delito del aborto, porque no suele perseguir a las mujeres. Sin embargo, esto será “mirar para otro lado” porque los abortos van a seguir ocurriendo, siendo una conducta prohibida y sin seguridad.
“Una propuesta de estas características, de despenalización, no satisface el reclamo de la campaña que plenamente impulsaba el proyecto que no fue aprobado el miércoles. Esta es la diferencia entre despenalización y legalización. Tiene que ver con la cobertura y el financiamiento, de que una mujer pueda acercarse a la salud publica o su obra social e interrumpir su embarazo. Con esto el riesgo para la vida continúa. Si tenemos una norma que dirige un estigma a la mujer y le dice que determinadas conductas son un delito, no hay más posibilidad que exigir su modificación. Hay que buscar la autonomía femenina y reproductiva. Legislar para las generaciones jóvenes”, concluyó.