La defensa del pastor Tagliabué pidió su absolución y cuestionó las acusaciones por explotación laboral
Durante el cierre del juicio en el Tribunal Oral Federal, la defensa del líder religioso insistió en su inocencia y reclamó su inmediata liberación. La sentencia se conocerá el lunes 13 de octubre.
En la jornada final del juicio oral contra el pastor evangelista Roberto Tagliabué, acusado de trata de personas con fines de explotación laboral y otros delitos, su defensor Mauricio Varela solicitó la absolución y la libertad inmediata de su cliente. El debate se desarrolla ante el Tribunal Oral Federal y el fallo se dará a conocer el lunes 13 de octubre.
Durante su alegato, que se extendió por más de tres horas, Varela sostuvo que Tagliabué es inocente y que se encuentra detenido desde hace más de tres años por una acusación infundada. En una sala colmada, principalmente por miembros de la congregación que acompañan al pastor desde el inicio del proceso, el abogado pidió al juez Roberto Falcone que lo absuelva de todos los cargos.
Según la defensa, el caso se originó a partir de “una denuncia falsa de una persona detenida por robo, que buscó justificar su accionar inventando haber sido víctima de explotación laboral”. Varela afirmó que la causa surgió de la declaración de un hombre “acusado de un robo agravado con armas contra el propio pastor”, y que al intentar defenderse “creó una historia que no tiene sustento”.
El letrado insistió en que no hubo privación de libertad, ni coacción, ni beneficio económico alguno. También rechazó las acusaciones de maltrato y de ejercicio ilegal de la medicina, aclarando que “la ayuda brindada por la comunidad era espiritual, no médica”.
La semana pasada, la fiscal federal Laura Mazzaferri había solicitado 14 años de prisión para Tagliabué por trata de personas agravada, ejercicio ilegal de la medicina, maltrato animal y comercialización de fauna silvestre. Además, pidió su inhabilitación perpetua para ejercer funciones vinculadas a la medicina, psicología, acompañamiento terapéutico, dirección de centros de tratamiento de adicciones y también para el desempeño de tareas religiosas, como medida de protección a la salud pública.
La fiscalía requirió asimismo una reparación económica para las víctimas por un total de 135.738.994 pesos, a distribuir según el tiempo que cada una permaneció en situación de explotación, y el decomiso de los inmuebles y vehículos relacionados con la actividad de la iglesia.
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público Fiscal, Tagliabué habría captado y retenido a nueve personas entre 2001 y agosto de 2022, valiéndose de su rol de pastor en la iglesia El Shaddai, ubicada en el barrio Pueyrredon. Las presuntas víctimas, en su mayoría jóvenes varones en situación de vulnerabilidad —algunos con adicciones, problemas económicos o conflictos judiciales—, habrían sido sometidas a explotación laboral mediante tareas de venta ambulante, mantenimiento del templo y trabajo en locales comerciales vinculados al imputado.
Incluso, algunos de los denunciantes habían sido derivados por la justicia provincial para cumplir pautas de conducta o acceder a beneficios procesales, situación que, según la fiscalía, el pastor aprovechaba para mantenerlos bajo su control.
Tras más de tres años de detención preventiva, Tagliabué espera el veredicto, mientras la defensa sostiene que “no existe prueba alguna de que se haya cometido delito alguno” y reclama su inmediata liberación.
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