Hoteles en rojo: "Vamos a llegar a la temporada priorizando salarios sobre el pago de impuestos"
Luego de una temporada para el olvido, el sector hotelero de Mar del Plata atraviesa este año un escenario económico complejo por la falta de medidas para hacerle frente a la crisis - y las deudas -, sin el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y las restricciones en alza.
Por este motivo, la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica (AEHG) informó, a través de un comunicado, que priorizarán el pago de los salarios por sobre los impuestos y tasas para intentar llegar "parados y no fundidos" al verano.
Al mismo tiempo, solicitaron la condonación del impuesto inmobiliario y las tasas municipales de servicios urbanos o generales para los ejercicios fiscales 2020 y 2021 y destacaron que el sector sostiene a un total de 16 mil familias en la ciudad.
"Nosotros firmamos una carta para enviársela a las autoridades nacionales, provinciales y municipales, donde unos 106 hoteles expresamos la realidad del sector, que estuvimos nueve meses cerrado sin facturar y una temporada con un 20% de ocupación", explicó Jesús Osorno, vicepresidente de AEHG, a El Marplatense
Y agregó: "Después, nos encontramos con que nos permitían abrir, pero estábamos en un peor escenario que en 2020, porque no había ATP, apenas algunos Repro, y encima con las restricciones a la circulación, por lo que no hay gente en los hoteles. Ahora, estamos en el peor de los mundos: abiertos con cinco habitaciones".
Sobre la resolución, consideró: "Vamos a tratar de llegar a la temporada parados, no fundidos, y priorizando los salarios del personal por sobre el pago de impuestos. Es una cuestión de supervivencia. Decimos auxilio y les pedimos que nos condonen el impuesto inmobiliario a 2020 y 2021 porque no estamos trabajando. Difícilmente muertos nos puedan cobrar".
"Priorizamos mantener la fuente de trabajo y nuestra planta de empleados, que después es muy difícil formarla, por encima de las cargas impositivas que son muy abultadas en nuestro país. No es una rebelión fiscal, sino una forma de marcar la triste realidad que no está tocando vivir, que lentamente nos estamos fundiendo", concluyó.