Estados Unidos incautó otro buque petrolero venezolano y profundiza el “bloqueo total y completo”
El operativo se produjo apenas diez días después de la captura del buque Skipper. Representa una nueva escalada en la estrategia de presión “máxima” de Washington.
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Estados Unidos incautó hoy un segundo buque petrolero vinculado a la exportación de crudo venezolano, en una operación ejecutada por fuerzas navales estadounidenses en aguas internacionales. La acción constituye la aplicación directa de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, quien días atrás anunció un “bloqueo total y completo” contra embarcaciones sancionadas que operen en la región.
El operativo se produjo apenas diez días después de la captura del buque Skipper y representa una nueva escalada en la estrategia de presión “máxima” que Washington mantiene sobre los gobiernos de Caracas y Teherán. Según confirmaron fuentes oficiales a agencias internacionales, la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) lideró la interdicción, cuyos detalles -incluido el nombre y la bandera del buque- permanecen bajo reserva operativa.
La administración estadounidense ha intensificado durante diciembre la aplicación estricta de sanciones en aguas internacionales, con el objetivo de cortar los flujos de ingresos que, según Washington, financian a organizaciones designadas como terroristas y sostienen a gobiernos considerados adversarios. En el Caribe, el despliegue naval estadounidense alcanzó niveles inéditos en décadas, combinando facultades de lucha contra el narcotráfico y de cumplimiento de sanciones antiterroristas.
De acuerdo con estimaciones preliminares, la embarcación transportaba una carga significativa de crudo destinada a la exportación ilegal para evadir sanciones. Como en operativos anteriores, se habrían utilizado equipos tácticos de asalto marítimo para asegurar el control del buque en alta mar.
Para dimensionar el alcance del operativo, hay que recordar la reciente incautación del buque Skipper (antes denominado Adisa). En ese caso, el Departamento de Justicia de Estados Unidos sostuvo que la nave integraba una “flota en la sombra” utilizada por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) y Hezbollah para comercializar petróleo venezolano. La operación incluyó helicópteros, abordajes rápidos mediante técnica fast-rope desde el portaaviones USS Gerald R. Ford y la confiscación de aproximadamente 1,85 millones de barriles de crudo.
El gobierno estadounidense fundamenta estas acciones en órdenes judiciales federales y legislación antiterrorista, argumentando que los beneficios económicos de estas cargas financian a grupos radicalizados. La incautación de hoy confirma que el “bloqueo” anunciado no es meramente declarativo, sino parte de una campaña naval activa que combina herramientas judiciales y objetivos geopolíticos de alto impacto.
En los próximos días, se prevé un aumento en la volatilidad del precio del petróleo debido a la incertidumbre sobre el suministro venezolano, un endurecimiento de la retórica diplomática entre Caracas, Teherán y Washington, y un mayor movimiento de la denominada “flota fantasma”, que podría intentar nuevas rutas o métodos de ocultamiento, elevando el riesgo de incidentes en alta mar.
Fuente: con información de Noticias Argentinas

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