España y Brasil quieren la sede del Mundial de Clubes 2029
La FIFA ya analiza posibles sedes para el nuevo Mundial de Clubes de 32 equipos que se disputará en 2029. España, junto a Portugal y Marruecos, y Brasil son los principales postulantes, mientras Estados Unidos también evalúa repetir como anfitrión tras la edición inaugural del nuevo formato.
La puja por organizar el Mundial de Clubes 2029 ya está en marcha. Con el impulso de la primera edición del nuevo formato que se juega en 2025 en Estados Unidos, la FIFA abrió el proceso de candidaturas y varias federaciones comenzaron a moverse con firmeza para quedarse con el torneo que reunirá a los 32 mejores equipos del planeta.
Una de las postulaciones más firmes es la de España, que se presenta junto a Portugal y Marruecos, en continuidad con el bloque que organizará el Mundial de selecciones en 2030. La Real Federación Española de Fútbol, a través de su presidente Rafael Louzán, confirmó que ya están en condiciones de recibir el torneo y destacó que el país cuenta con entre doce y quince estadios con estándares internacionales. Además, aseguró que existe una excelente relación con la FIFA, lo que fortalece sus aspiraciones para convertirse en sede, más allá de que aún esperan conocer el balance final de la edición 2025 en suelo estadounidense.
Por su parte, Brasil también formalizó su intención de albergar el torneo. El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Samir Xaud, se reunió con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante su estadía en Miami, y expresó que el Mundial de Clubes 2029 representa un objetivo estratégico para el país. Entre los argumentos, Brasil puso sobre la mesa la experiencia acumulada como anfitrión de grandes eventos internacionales en los últimos años, como los Juegos Olímpicos 2016 y la reciente adjudicación del Mundial femenino 2027, además de la infraestructura deportiva ya consolidada y una importante capacidad hotelera y de transporte. El mítico Maracaná, que será reformado para los próximos años, vuelve a presentarse como un símbolo del fútbol sudamericano en la postulación.
En paralelo, aunque sin formalizar aún una candidatura, Estados Unidos no descarta repetir como sede del Mundial de Clubes. La edición 2025 será una prueba de fuego para la organización local y para el nuevo formato de competencia, y de resultar exitosa, podría alentar a la FIFA a optar por la continuidad en territorio norteamericano. La cercanía con el Mundial 2026 y la fortaleza comercial del fútbol en esa región también juegan a favor.
En este contexto, la FIFA busca consolidar al nuevo Mundial de Clubes como una competencia de prestigio global y no descarta que funcione, al igual que la extinta Copa Confederaciones, como banco de pruebas para la organización del Mundial de selecciones. Por eso, tanto la candidatura conjunta europea-africana como la brasileña tienen implicancias que van más allá de lo estrictamente deportivo: también representan posicionamientos estratégicos dentro del mapa político del fútbol internacional.
Se espera que la decisión final sobre la sede se conozca entre 2026 y 2027, cuando la FIFA termine de evaluar los antecedentes, garantías gubernamentales y propuestas logísticas de cada país. Mientras tanto, la carrera ya comenzó, y tanto España como Brasil quieren quedarse con la organización de un torneo que promete ser una de las grandes vidrieras del fútbol mundial en la segunda mitad de la década.
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