Elecciones en General Pueyrredon: el gasto que no se ajusta
El dinero para el financiamiento electoral contrasta con la paralización de obras y la reducción de fondos en áreas sensibles.
En plena etapa de recortes y ajuste, General Pueyrredon y otros distritos, reciben parte de los más de 13.200 millones de pesos que el Estado nacional destina este año al financiamiento político. Un gasto que se mantiene intacto mientras se paralizan obras públicas y se reducen partidas en salud, educación y programas sociales.
El dinero, según la normativa vigente, se reparte entre los partidos políticos que compiten en las categorías de Diputados y Senadores nacionales. En la práctica, esto significa que las fuerzas que se midan en General Pueyrredon y el resto de los municipios de la sección tendrán recursos para imprimir boletas, financiar campañas y sostener actividades proselitistas.
La situación reaviva un debate conocido: ¿hasta qué punto debe el Estado sostener la competencia política en un contexto de ajuste estructural? Mientras hospitales y obras de infraestructura esperan partidas que no llegan, la inversión en campaña electoral permanece asegurada.
En términos comparativos, los más de 13 mil millones que demandará el proceso electoral podrían destinarse a reforzar el sistema sanitario provincial y municipal, cubrir equipamiento crítico o retomar proyectos paralizados en varias ciudades de la sección.
Cada elección abre la misma discusión, pero esta vez la contradicción golpea con particular fuerza en General Pueyrredon, donde la falta de fondos ya impacta de lleno en la obra pública, los servicios y la calidad de vida de los vecinos.
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