El PKK anuncia su disolución y el fin de la lucha armada tras casi 50 años de conflicto con Turquía
La decisión fue comunicada tras un congreso celebrado en Irak y marca un posible punto de inflexión en la historia del pueblo kurdo.
Tras casi cinco décadas de conflicto con Turquía, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán cierra su ciclo como organización armada.
En un anuncio considerado histórico, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) informó que pondrá fin a su lucha armada y disolverá su estructura organizativa, tras más de 40 años de conflicto con el Estado turco que dejó decenas de miles de muertos.
El comunicado fue difundido este lunes por la agencia prokurda “Firat News”, cercana al grupo insurgente: “El 12º Congreso del PKK decidió disolver la estructura organizativa del PKK y poner fin al método de lucha armada”, informó la organización, al tiempo que indicó que el proceso será gestionado por su líder encarcelado, Abdullah Öcalan, quien desde prisión sigue teniendo una fuerte influencia sobre el movimiento.
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La decisión llega luego de que el pasado marzo el grupo decretara un alto el fuego, en línea con un llamado de Öcalan a cesar las hostilidades. Según el PKK, su “misión histórica” se ha cumplido al haber llevado la cuestión kurda al centro del debate político en Turquía. “Las actividades realizadas bajo el nombre de PKK han sido formalmente terminadas”, señaló el comunicado.
El conflicto entre Turquía y el PKK, iniciado en 1984, se extendió más allá de sus fronteras, con ramificaciones en el norte de Siria e Irak. Turquía y varios países occidentales consideran al grupo una organización terrorista.
El oficialismo turco celebró el anuncio. “Si el terrorismo es completamente erradicado, se abrirá la puerta a una nueva era”, escribió en redes sociales Ömer Çelik, vocero del partido del presidente Recep Tayyip Erdogan. No obstante, exigió que la decisión se aplique también a todas las ramas y estructuras afiliadas al PKK, en alusión implícita a las milicias kurdas en Siria.
Los detalles del proceso de disolución aún no fueron revelados, y persisten dudas sobre cómo se implementará el desarme y qué garantías recibirán los combatientes. Analistas especulan con eventuales concesiones políticas a cambio, como una mejora en las condiciones de detención de Öcalan o amnistías para dirigentes kurdos encarcelados.
El contexto político también podría explicar el anuncio. El gobierno de Erdogan busca reformar la Constitución para permitir su continuidad más allá de 2028, y necesita el respaldo del Partido de la Igualdad y la Democracia (DEM), de tendencia prokurda. En paralelo, la ofensiva judicial contra líderes opositores, como el encarcelamiento del alcalde de Estambul Ekrem Imamoglu, aumenta la tensión política interna.
Si bien la declaración del PKK marca un potencial punto de inflexión, expertos advierten sobre posibles fracturas internas que podrían dar lugar a disidencias armadas. El desenlace del proceso de paz dependerá, en gran medida, de la voluntad política de ambas partes para sostener el diálogo y evitar que se repitan fracasos del pasado.
Fuente: Asociated Press/ CNN
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