El olvidado mundial de fútbol femenino que jugó Argentina en 1971
Mucho antes de la primera Copa Mundial Femenina de Fútbol organizado por la FIFA (China 1991), un grupo de 16 mujeres argentinas viajó a México sin botines, camisetas ni cuerpo técnico para representar al país en un Mundial. Fue en el año 1971 y el conjunto nacional llegó a jugar en el Estadio Azteca ante 110 mil personas.
En el día que la Selección Argentina quedó eliminada del Mundial de Francia a pesar de su histórica hazaña de remontar un 0-3, Virginia Andrada, una de las jugadoras que disputó el certamen en México, recordó todo lo ocurrido hace 48 años en tierras mexicanas.
“De un día para otro tuvimos que salir, éramos 16 jugadoras, ahí me tocó a mí una responsabilidad tan grande. En el partido de inauguración jugamos con México ante 110 mil personas. Cueste lo que cueste, México tenía que ir a la final. Nos hicieron trampa, cosas que nos bancamos, no así las italianas que jugaron después y le pegaron al árbitro, a las jugadoras… Nosotros no hicimos ese problema”, comenzó a recordar Andrade en diálogo con el programa Hoy es Mejor, por Radio Mitre Mar del Plata.
El segundo juego fue ni más ni menos que contra Inglaterra y terminó siendo el único triunfo argentino en el Mundial. “Fue un cambio brusco para mí, había sido golpeada una jugadora y tuve que jugar de 4. Dios nos ayudó a todas, más a la defensa, para parar el buen juego de las inglesas y la velocidad tremenda que tenían. Se nos dio a la defensa y a las delanteras, Betty García y Elba Selva, que hizo los cuatro goles”, narró la jugadora que ahora tiene 73 años. Después fueron derrotas con Italia, en Guadalajara, y Dinamarca. “Nosotros llegamos cinco días antes del mundial, estábamos cansadas, la altura era demasiada y nos fue mal”, agregó.
La historia de Andrada con el fútbol comenzó cuando tenía seis años y, a falta de muñecas, se iba a jugar con sus amigos a la pelota. Con 14 años se fue de La Rioja a Buenos Aires para trabajar y ayudar a su mamá. Cuando retornó a su ciudad en el ’65 se encontró con un torneo y volvió a jugar. De nuevo en Buenos Aires, empezó en el club Real Italiano.
“Empezaron a ir unas chicas a ver las prácticas, y eran las jugadoras del mejor equipo de acá, Betty García y Angélica Cardozo. Cuatro prácticas hice y después me llevaron a mí y a dos más al Universitario. Ese club fue la base de la Selección, porque no había de donde sacar chicas, por eso fuimos 16 nada más. Sin nada, no teníamos ropa, ni indumentaria, pantaloncitos, camisetas. Teníamos Sacachispas de lona, y no nos dejaban jugar con eso, teníamos que usar los botines de cuero”, rememoró la ex futbolista.
Con respecto a la actualidad del deporte en Argentina, señaló que “esto recién empieza” y el apoyo de la gente va a continuar. “Cuando jugaron contra Panamá la cancha estaba llenísima (para buscar la clasificación al Mundial). Hay que darle más auge todavía, es muy lindo, uno va por todos lados y ve más escuelitas de fútbol para niñas”, analizó Andrada con optimismo.
Pasaron 48 años de aquel Mundial del que participó Argentina en México. El Comité Organizador debió darle la ropa a las jugadoras que no tenían los recursos. Pero cuando sonaba el himno ante más de 100 mil personas, “el corazón de nosotras estaba en Argentina, en hacer algo bueno por nuestro país”.