El femicidio de Juana Peralta, aún sin culpables
A mediados de octubre, una vivienda del barrio Las Lilas fue escenario del asesinato de Juana Gladys Peralta, una mujer de 86 años que murió estrangulada en una casa que había sido recientemente vendida por ella y su pareja. Tras la autopsia correspondiente, se determinó que el cuerpo de Peralta había sido estrangulado con un cinturón y que presentaba numerosos golpes previos a la muerte.
El cuerpo fue hallado durante la tarde del jueves 12 de octubre por los nuevos propietarios de la vivienda que era propiedad de Peralta y de su pareja, un hombre veinte años menor y que, luego del asesinato, nunca apareció. Debido a esa ausencia, los investigadores consideran que se trata del principal sospechoso de haber perpetrado este femicidio que sucedió menos de una semana después del escalofriante crimen de Lucía Pérez. Esta fatídica coincidencia temporal, probablemente ayudó a que la muerte de Peralta pase desapercibida, sumada a la edad de la víctima.
El fiscal del caso, Fernando Castro, precisó a El Marplatense que rige un pedido de captura sobre el hombre cuyo paradero es, al día de hoy, desconocido, a pesar de que la Justicia supo que se registraron comunicaciones telefónicas con alguna ciudad de Paraguay, país en el cual, según se supo, el presunto asesino tiene familiares, pero "no hay nada concreto".
"Si bien la causa sigue abierta, se agotó la investigación", indicó Castro, quien agregó que el dinero correspondiente a la venta de la propiedad (unos 37 mil dólares) no fueron hallados, por lo que se presume que el hombre los habría utilizado para poder escapar antes de que se tuviera conocimiento del crimen cometido.
Dado que no existen testigos de los hechos y que lo único que pudo saberse a través de la investigación es que la pareja mantuvo una fuerte discusión luego de la venta de la casa de Falucho y Grecia, se presume que el autor del hecho es la pareja de Peralta, hipótesis abonada por el hecho de que, luego de su muerte, el hombre no mantuvo contacto alguno siquiera con allegados de la víctima.