Detuvieron a un financista ruso acusado de liderar una ciberestafa de $300 millones y atacar a un fiscal
Ivan Materov, un ciudadano ruso que manejaba una financiera cripto en Belgrano, fue detenido tras agredir al fiscal Alejandro Musso durante un operativo en su domicilio. Está acusado de formar parte de una red que robó millones mediante el virus Mekotio.
Ivan Materov, de origen ruso y con presencia en el circuito financiero informal de Buenos Aires, terminó arrestado luego de intentar arrebatarle el teléfono al fiscal que lo investigaba.
El hecho ocurrió durante un allanamiento a su casa, donde también operaba su financiera “Dólar Belgrano”. El lugar era utilizado como una "cueva" cripto a través de canales de Telegram, frecuentados por otros ciudadanos rusos.
La causa, liderada por la fiscalía de San Isidro, investiga una estafa de al menos $300 millones mediante el virus informático Mekotio, que afectó a empresas y comercios entre fines de 2024 y este año. Según la acusación, Materov habría lavado parte del dinero convirtiéndolo a la criptomoneda Tron, que registró un alza abrupta antes de desplomarse.
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Durante el procedimiento, el fiscal Alejandro Musso pidió a Materov desbloquear su celular para recuperar posibles activos digitales. Pero el financista reaccionó violentamente, intentó destruir el dispositivo y debió ser reducido por cinco policías. El hombre mide cerca de 1,90 metros y pesa más de 120 kilos.
Además del intento de destrucción de evidencia, ahora enfrenta cargos por resistencia a la autoridad y atentado contra un funcionario público. Su nombre también figura en el Boletín Oficial como socio de una empresa de trading creada en 2024 junto a otros rusos, cuyos libros están vacíos, según la investigación.
El operativo incluyó 15 allanamientos en distintos puntos del AMBA. Se secuestraron computadoras, armas, celulares, y se recuperaron más de 150 mil dólares en criptoactivos y 31 mil dólares en efectivo. Algunos fondos estaban enmascarados en fideicomisos, detectados a través de reportes bancarios.
Entre los sospechosos hay un joven venezolano, un mensajero de Núñez y hasta un hombre que figura como carnicero en Pilar, quien fue una de las primeras víctimas. En su caso, recibió correos falsos de su banco y perdió más de 29 millones de pesos en transferencias no autorizadas.
La pista de las “cuentas mulas” permitió seguir el recorrido del dinero hasta la cueva de Materov, donde se cree que el dinero era transformado en criptoactivos para borrar su rastro. La Justicia continúa avanzando en la causa para desarticular por completo a la organización.
Fuente: Infobae
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