Desalojo en Punta Mogotes: la cuidadora del propietario modificó las cerraduras y subalquilaba los departamentos
El hombre padece demencia senil y la mujer aprovechó la situación para apoderarse de la propiedad. Según el relato del fiscal, todos los ocupantes estaban anoticiados del operativo judicial.
Una mujer que trabajaba como cuidadora del dueño del edificio que fue desalojado ayer en Punta Mogotes (un hombre de nombre Alberto, que padece demencia senil) fue quien cambió las cerraduras y subalquilaba los departamentos, según contó a este medio el fiscal de la causa, Luis Ferreyra. Además, destacó que el operativo se realizó con absoluta tranquilidad.
El operativo se llevó a cabo en una edificación de Lebensohn 1852. Con la presencia de las secretarías de Seguridad y Desarrollo Social, el Municipio desalojó a 21 personas, de las cuales siete eran menores y secuestró un arma de fuego. Por otra parte, personal de la División de Inspectoría y Maltrato Animal de Zoonosis rescató a 38 gatos, que ya fueron ubicados en un hogar de tránsito.
En diálogo con El Marplatense, Ferreyra explicó no obstante que lo que se realizó ayer fue un “lanzamiento”, que es como se refiere en el ámbito penal al desalojo de un inmueble, a diferencia de lo que ocurre en la sede civil. “Es una medida cautelar que se le pide al juez de Garantía, que a diferencia de un allanamiento que la otra parte no la conoce, es una medida que se le notifica previamente al imputado, o en este caso a los imputados. Se les da la oportunidad de que abandonen el inmueble voluntariamente, e incluso tienen la posibilidad de apelarlo”, detalló.
El fiscal indicó que la investigación se inició durante 2023 y 2024. En primer momento se solicitó el lanzamiento, pero fue rechazado, y el juez sugirió una instancia de mediación. Sin embargo esta acción “fracasó porque no concurrieron los imputados”. Por ello, se insistió en el pedido de lanzamiento, que finalmente fue otorgado por la jueza de Garantía, apelado por la defensa de los imputados y confirmado por la Cámara el 14 de agosto, lo que permitió su ejecución.
En cuanto al origen de la causa, Ferreyra relató que todo comenzó con la denuncia de un cuidador designado por las hijas del dueño del edificio, quien descubrió que las cerraduras del inmueble habían sido cambiadas. El fiscal explicó que una de las imputadas, quien era la cuidadora del dueño, “de alguna manera había abusado de la confianza, subalquilaba los departamentos y modificó las cerraduras para privarlo tanto a este hombre como a las hijas de la posesión del bien”.
Sobre el desalojo, Ferreyra aseguró que “los imputados estaban notificados que se iba a efectivizar este lanzamiento” y destacó el trabajo coordinado con la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) y la Municipalidad, en particular la colaboración del secretario de Seguridad, Rodrigo Gonçalves. Además confió que con la presencia del grupo GAD se “evitó justamente que se diese cualquier tipo de conflicto”.
En ese sentido, aseguró que se anticiparon a posibles inconvenientes y con la presencia de más de 80 funcionarios policiales, junto con la Municipalidad y camiones, permitió que la medida se llevara a cabo “sin incidentes”. Además, señaló que “hasta se les brindó los medios para retirar las cosas y llevarlas a los domicilios que cada uno declaró”.
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