Denunciaron irregularidades en las auditorías realizadas a comedores y merenderos
De 54.613 inscripciones analizadas, el 87% estaban duplicadas y solo el 3% fueron validadas físicamente según indicaron desde la Sindicatura General de la Nación.
La Sindicatura General de la Nación (SIGEN), encabezada por Miguel Carlos Blanco, reveló irregularidades significativas en las auditorías realizadas sobre los registros de comedores y merenderos dependientes del ex ministerio de Desarrollo Social, hoy Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. El proceso, iniciado en diciembre de 2023, se llevó a cabo en el sistema RENACOM y expuso falencias estructurales en la gestión de estos programas.
Blanco informó que, de 54.613 inscripciones analizadas, el 87% estaban duplicadas y solo el 3% fueron validadas físicamente. “Más de 38.000 comedores nunca fueron visitados por un inspector”, advirtió. Además, señaló que muchos formularios presentaban datos incompletos, direcciones inexistentes o campos vacíos, evidenciando un sistema mal diseñado que permitía inconsistencias sin control de integridad. En visitas aleatorias, se comprobó que algunos establecimientos no existían o no cumplían con lo declarado.
Consultado sobre la asignación de fondos, Blanco aclaró: “La parte física y financiera aún no fue auditada. Eso es materia de la segunda etapa. Pero es evidente que no se controlaba a quién se le giraba dinero ni qué hacían con él”. Y añadió: “La falta de control es el terreno fértil para la corrupción. Esto lo estamos viendo en todos los organismos que auditamos”.
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Según el titular de la SIGEN, la auditoría reveló un patrón estructural en la gestión anterior: ausencia de rendición de cuentas y evaluación de impacto, con prioridad en anuncios políticos por sobre resultados concretos.
El proceso auditor enfrentó demoras significativas debido a cambios en la conducción del área auditada. “Desde diciembre de 2023 pedimos datos, pero recién ahora logramos acceder a información clave. Hubo tres titulares en ese período, lo que retrasó todo”, explicó Blanco.
Por otra parte, la SIGEN mantiene un litigio con la Universidad de Buenos Aires (UBA), que se niega a ser auditada alegando autonomía. Blanco sostuvo: “La autonomía universitaria no implica no rendir cuentas. Las universidades nacionales manejan fondos públicos, por eso deben ser auditadas. Hasta 2022, la SIGEN auditaba sin inconvenientes. Fue recién con un dictamen posterior que eso cambió”.
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Mientras otras universidades, como las de La Matanza y del Nordeste, colaboran con las auditorías, la UBA es la excepción. No obstante, Blanco destacó que esta institución comenzó a cargar datos en el sistema CINTRARED, un avance hacia la normalización. “Argentina necesita volver a una lógica básica de administración: saber quién recibe fondos públicos, para qué y con qué resultados. Eso no es persecución, es sentido común”, señaló el funcionario.
Fuente: con información de DIB
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