Costanza Addiechi: la mujer que mantiene viva la historia de Mar del Plata
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Mujeres y su incansable lucha. La historia de una marplatense.
El Día Internacional de la Mujer no es una simple celebración, sino una fuerte reivindicación a las mujeres que son parte de la historia de la humanidad, con sus luchas, aciertos, desaciertos y los desafíos que se presentan a diario.
Visibilizar las desigualdades que aún persisten en la sociedad, eliminar la discriminación y la violencia es uno de los ejes fundamentales. Pero también la declaración de la fortaleza de las mujeres en sus ámbitos cotidianos, sus trabajos, familias, grupos sociales que llevan una impronta cada día más feministas.
Mar del Plata tiene la fortuna de tener mujeres que escriben su historia, trabajadoras incansables que enaltecen la ciudad, y sobre todo, la mantienen viva. Ese es el caso de Costanza Addiechi, también conocida como la restauradora de nuestra historia.
Nacida en la ciudad de La Rambla, los lobos marinos y las reposeras, "paradójicamente crecí en las plazas, hoy mi mejor lugar. Vivíamos en un espacio muy chiquito, modesto en ladrillos y fastuoso en valores. Cada día mi mamá nos llevaba, cuando volvía de trabajar como maestra, junto a mi hermano Federico, a jugar a las plazas históricas por eso siempre las defino como los jardines de nuestras casas… La esperábamos ansiosos sabiendo que, aunque hiciera frío o lloviera, era el programa indiscutido de la tarde", contó Addiechi.
Estos espacios, parte de la rutina de su infancia, la llevaron a definir desde temprana edad su vocación: "El camino de la restauración se manifestó en mí teniendo apenas 4 años. Hoy puedo verlo con cierta ternura. Una prima lejana me había regalado una alcancía de cerámica muy particular, cubierta de colores esmaltados brillantes. La había ubicado, como protagonista del cuarto, en un ángulo de la repisa que sostenía un TV en blanco y negro. De un fuerte pelotazo la alcancía cayó al piso haciéndose añicos. Aún recuerdo el modo en que coloqué, minuciosamente, cada una de las partes rotas en una caja de zapatos para luego numerarlas y pegarlas, tal como actualmente se hace en los reconocidos laboratorios de restauración del mundo. La imagen vuelve a mi mente y me provoca una sonrisa. Allí comenzó todo", rememoró.
Con este punto de inflexión y a partir del paso de los años, "a los 14 ya estaba sumergida en el mundo de la restauración y los libros que leía eran documentos especializados en el tema. Estudié profesorado de arte mientras trabajaba ahorrando para poder iniciar mis estudios en Italia", comentó.
"Obtuve becas, stages, continué mi formación siempre en la ciudad de Florencia y ahora me encuentro redactando la tesis del segundo posgrado en la materia y por comenzar un nuevo doctorado. No fue seguir una carrera, fue transitar mi deseo", agregó.
En su historial académico tiene un magister en Preservación del Patrimonio con estudios especializados en Restauración y Conservación de Bienes Culturales, realizados en Florencia, Italia; una Maestría en Intervención del patrimonio en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Las concepciones discursivas del rol de la mujer y las asignaciones en la vida se ha modificado a lo largo del tiempo. "Cuando planteé en mi casa que iba a ser restauradora no fue bien aceptado. Era una disciplina de la que muy poco se hablaba en Argentina en ese momento y contados sus referentes. A pesar de ello, no tuve dudas de la dirección a tomar", señaló.
Sin embargo, "las mujeres siempre nos hemos hecho lugar en los universos que nos proponemos. Muchas veces no es fácil, claro que no, pero nuestra firme convicción hace que los caminos se abran y las posibilidades se generen. Nunca fue para mí un condicionante ser mujer en mi trabajo, amo serlo, me apasiona la tarea que llevo adelante y el resultado es el inmenso compromiso cotidiano de proteger los bienes que forman parte de nuestra historia", aseguró.
Hoy es la Directora de Restauración de Monumentos Escultóricos de la Municipalidad de General Pueyrredon; redacta ordenanzas que registran y protegen el patrimonio escultórico y sientan las bases de su preservación; y es autora del programa educativo patrimonial que tiene como objetivo promover el conocimiento, valoración y cuidado de los monumentos en los más jóvenes.
La protectora de los monumentos de Mar del Plata
Si hay algo que identifica a "La Feliz" es su rica historia plasmada en monumentos y lugares que son dignos de una postal. Muchos de aquellos espacios, conocidos mundialmente, cuentan con el incesante cuidado de Costanza Addiechi, que día a día recorre la ciudad para asegurarse de que la memoria siga viva.
"Mar del Plata posee un patrimonio escultórico muy valioso y es un enorme privilegio poder contribuir con su preservación. Los monumentos habían quedado olvidados desde 1952 cuando fallece su protector Adolfo Primavesi, Director de Plazas y Paseos del municipio, y hace apenas un pocos años se reanudó el compromiso de su cuidado", destacó.
Por ello, "en lo personal creo que es la síntesis de todos los aspectos que más me gustan de la profesión: trabajar al aire libre en las plazas, con documentos únicos de la historia, con patologías múltiples de los materiales, aplicando variadas metodologías de intervención, difundiendo la importancia patrimonial que las obras encierran, estando en contacto con cada persona que pasa, saluda y se interesa", argumentó.
En cada figura encuentra "historia, belleza, virtuosismo, materiales genuinos y valor", todo lo que le hace sentir "alegría, responsabilidad y pasión" por su trabajo, resaltó.
De manera que "cada una es en sí misma una pieza de notable valor. Conozco cada una de ellas en profundidad, sus planos, patologías, historia, recorridos y actuales necesidades. Quizás la restauración de las Farolas de la Rambla, del Arq. Alejandro Bustillo de 1938, representó no sólo un desafío técnico sino devolverle la luz a un espacio absolutamente representativo para la ciudad, generándome una emoción adicional".
El 8 de marzo cuenta con algo más grande que un monumento en Mar del Plata, miles de mujeres que se apropian de las calles para demostrar que pisan el mismo suelo y que juntas "somos fuertes, valientes, podemos con todo aquello que determinamos, con la inmensa sensibilidad que nos distingue y enriquece nuestra mirada en el mundo", manifestó.