Colombia militariza la frontera por oleada de venezolanos
La noticia se propagó en el puente internacional Simón Bolívar como la pólvora. El presidente Juan Manuel Santos anunció ayer en Cúcuta la militarización de la frontera y decretó medidas inmediatas para aumentar el control hacia los emigrantes. Los venezolanos se miraban unos a otros, sin saber cómo los afectará en sus planes de fuga y en sus aventuras diarias de subsistencia.
"Colombia nunca vivió una situación así. Es un problema serio que está creciendo, un problema que tenemos que afrontar con pragmatismo", expresó Santos que acudió ayer a la ciudad fronteriza de Cúcuta, respaldado por ocho de sus ministros, para hacer públicas las nuevas medidas migratorias, además de anunciar el despliegue de casi 2200 militares y policías para luchar contra la delincuencia. Según el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, los delitos cometidos por venezolanos en Colombia aumentaron un 228%.
El operativo será articulado por una nueva unidad, el Grupo Especial Migratorio (GEM), que contará con funcionarios de Migración Colombia, la policía, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Dirección de Impuestos y Aduanas. Santos adelantó que las autoridades colombianas suspenderán las tarjetas de movilidad fronteriza (TMF) y que solo permitirán el paso de venezolanos con pasaporte, lo que provocó de inmediato una ola de temor entre los migrantes. La triple apuesta de Santos es que la emigración sea "controlada, ordenada y que se haga dentro de la legalidad".
Las TMF comenzaron a usarse en mayo pasado en un intento de control de los corredores fronterizos. En la frontera más caliente de América Latina se mezclan los vendedores ambulantes con el contrabando de combustible y alimentos, la prostitución y el cambio masivo de divisas. Los dividendos del famoso dólar paralelo se establecen aquí, una de esas situaciones inverosímiles producidas por el control de cambios impuesto por Hugo Chávez hace 15 años.
En otro de los disparates fronterizos, los bolívares en efectivo se valoran el doble que por transacción: si se entrega un millón de los nuevos bolívares en una casa de cambio, el dinero que se transfiere a la cuenta bancaria en Venezuela son dos millones de bolívares, consecuencia de la escasez del papel moneda.
"Nos sentimos aún más desamparados. Nuestros hermanos están saliendo de forma desesperada de Venezuela, teniendo en cuenta que las autoridades venezolanas no conceden pasaportes. Ahora, aún más, tratarán de cruzar la frontera a la desesperada", dijo a LA NACION Eduardo Espinel, uno de los líderes de la Fundación Venezolanos en Cúcuta.
Las estadísticas oficiales aseguran que la diáspora venezolana ya suma 600.000 personas en Colombia, aunque las asociaciones de emigrantes elevan la cifra por encima de los 800.000.