Casi la mitad de los argentinos realizan actividades culturales en su casa
La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y genera notorios cambios de hábito en los modos de consumir productos culturales. En la era de Internet y las plataformas audiovisuales, los consumidores pueden acceder a un amplio abanico de contenidos desde la comodidad del hogar.
En este sentido, el 48% de los argentinos prefieren realizar actividades culturales en su casa, según un informe del Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Al mismo tiempo, el 36% de las personas usa Internet con fines culturales al menos una vez a la semana y la mitad escucha música conectado a la "red de redes".
En cuanto al consumo de series y películas, seis de cada diez argentinos miran este tipo de contenidos por TV y uno de cada diez lo hace a través de Internet. Los nuevos formatos y las nuevas tendencias, vinculadas a la producción y el consumo de bienes culturales, modifican en muchos casos la elección de los consumidores. En esta línea, tres de cada diez argentinos miran al menos una vez al mes videos realizados para ver en línea.
Pese al auge de Internet, un 35% de la población mira TV o escucha radio al menos una vez a la semana y otro 15% lo hace entre una y tres veces al mes. Asimismo, el 31% de los argentinos lee libros al menos una vez al mes.
En relación a las salidas culturales, el 47% de los argentinos va al cine una vez al año, un 32% visita lugares históricos, un 28% concurre a museos, un 26% a recitales y un 20% a teatros y bibliotecas. El relevamiento llevado adelante por profesionales de la UADE también remarca que siete de cada diez argentinos declaró nunca haber visto una presentación de ballet, danza u ópera.
Por otra parte, el 43% de los argentinos produce o genera productos culturales. En este ámbito, sobresalen la pintura o escultura (25%), el baile (23%), tocar un instrumento musical (19%) y el canto (18%).
En un mundo hiperconectado, los cambios de hábitos están a la vista. La accesibilidad a un gran catálogo de productos culturales a través de Internet, sea de forma gratuita o mediante servicios pagos, influye en los modos de consumo cultural de la población.