Barrio Hipódromo, donde la organización vecinal le hace frente al pasto alto y la toma de terrenos
"El barrio está muy bien. Tenemos buenos vecinos. Lo tenemos impecable, limpio y con el pasto cortado", las palabras de David Dacunto, el presidente de la Sociedad de Fomento del Hipódromo, parecen sacadas de una película utópica, pero son el resultado del trabajo mancomunado de sus residentes.
Sin embargo, el esfuerzo de quienes viven allí no alcanza para hacerle frente a la inseguridad, problemática que se extiende a lo largo y ancho de Mar del Plata, pero se agudiza lejos del centro. Además de los hechos de inseguridad más habituales, aquí un grave problema es la toma de terrenos, pero gracias a la organización de los vecinos "disminuyó".
"Ha calmado el tema de la inseguridad, pero siempre está latente. No somos ajenos a lo que vive la ciudad", admitió Dacunto y lamentó que la pandemia también frenó diferentes actividades que venían llevando adelante y que no pueden seguir haciendo por los protocolos.
"Dábamos apoyo escolar, tazas de leche, gimnasia, fútbol. Ahora, estamos haciendo muy poco. Vamos a ver si en algún momento vuelven porque son necesarios para el barrio, pero, por suerte, la gente sabe entender", afirmó.
Todas estas actividades, al igual que el mantenimiento de los espacios, no son realizadas por los entes municipales. "Tenemos tractor con cortadora de pasto y, a pesar que no disponemos de almejero que busque la poda. Lo hacemos desde la Sociedad de Fomento. Nos vendría bien una solución por el tema de la poda porque tampoco hay contenedores, pero el reclamo no ha tenido eco", sostuvo.