Aumento de la Canasta Básica en Mar del Plata: "Genera una permanente incertidumbre en el futuro inmediato"
Según el relevamiento mensual que realiza el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) en más de 130 comercios de cercanía de los barrios populares del Mar del Plata y Batán, una familia de dos personas adultas y dos niños para adquirir la Canasta Básica de Alimentos (CBA) requirió en septiembre de más de 129 mil pesos.
A raíz de ello, el Director del Isepci en Mar del Plata, Rodrigo Blanco, destacó: "Si bien los números del mes de septiembre a simple vista, parecieran ser alentadores, lejos están de ser algo a festejar. Si tomamos en cuenta que en agosto pasado se produjo el triste récord de aumento de la CBA, que fue de un 33%, cifra que no habíamos visto en años y que en tan solo un mes cuadriplicó la tendencia que venían presentando las variaciones mensuales de la CBA desde el comienzo del 2023, variaciones que de por sí ya venían adquiriendo valores significativos, lo que tenemos es una variación en dos meses, superior al 35%".
"La brusca devaluación del dólar oficial pos PASO, provocó en las dos semanas siguientes un rebote inmediato en los barrios, a lo que se le agregó una suba generalizada de las carnes, el aumento más alto de las últimas décadas. La fuerte diferencia de magnitudes entre los aumentos de los alimentos en los negocios de cercanía de los barrios populares entre agosto (33%) y septiembre (1,27%), y también respecto a los relevamientos oficiales y de otras consultoras privadas que dan resultados con variaciones más atenuadas, vuelve a poner en evidencia que en el marco de una segmentación de la sociedad que se va acentuando, se van consolidando en todos los órdenes, diferentes dinámicas de funcionamiento", amplió.
Además, Blanco destacó que "en el aspecto económico quizás sea donde los contrastes afloran más claramente en la superficie. Desde pequeños emprendimientos productivos familiares, hasta los miles de quioscos y todo tipo de comercios de cercanía, pasando por el transporte de pasajeros, o el rubro de la construcción centrado en los pequeños arreglos y ampliaciones de las casas particulares, todo transcurre asentado sobre empleos precarios y no registrados, con una prevalencia de la informalidad en el movimiento de una extendida actividad, cuyos protagonistas dan una pelea cotidiana por subsistir".
Y agregó que "la relación con el mundo económico registrado es muchas veces hostil y difícil. Desde programas oficiales que intentan instalar precios de referencia (precios cuidados y otros) que nunca llegan; instrumentos digitales de transferencia de dinero que no están, porque implicaría “blanquear” negocios que no podrían subsistir si tienen que salir de la informalidad; hasta trabajadores y trabajadoras que aceptan sus precarios empleos “en negro”, como única alternativa posible".
Asimismo, el Director del Isepci, subrayó que "en particular, respecto al comportamiento de los precios en los negocios de cercanía, estos deben abastecerse en las cadenas mayoristas, que no están incorporadas a los programas de precios de referencia, que adelantan aumentos ´por las dudas´, con valores que en muchos rubros son superiores a los que se consiguen en los supermercados. Entonces es normal que los incrementos sean superiores y en tiempos distintos a los que nos encontramos en los comercios registrados. El perjuicio para los vecinos y las vecinas de estos barrios es enorme, contribuye a impactar fuertemente sobre el poder adquisitivo de los hogares de esta franja de nuestra sociedad, y a generar una permanente incertidumbre respecto a su futuro inmediato".
"Las medidas de compensación para los aumentos de precios que se han venido instrumentando en los últimos días contemplan muy poco esta realidad de millones de argentinas y argentinos que van engrosando la franja de más del 40% de la población sumida por debajo de la línea de pobreza”, cerró Blanco