Apyme: "El ajuste recae sobre los sectores menos pudientes"
El país atraviesa un contexto inflacionario insostenible. Los precios aumentan cada día y ante la disparidad de los sueldos, el poder adquisitivo de las personas es cada vez menor.
Una de las medidas que se sumó para seguir ajustando los bolsillos, fue la discontinuidad del Programa Compre sin IVA, una iniciativa que beneficiaba ante el grave panorama que sufren los argentinos y que definen como "un duro golpe".
A través del programa podían acceder a una devolución del 21% del IVA en los productos de la canasta básica los trabajadores en relación de dependencia con ingresos de hasta seis Salarios Mínimos, Vitales y Móviles, y quienes perciban jubilaciones, pensiones por fallecimiento y pensiones no contributivas nacionales con un máximo de seis haberes mínimos.
Durante este beneficio, se reintegraron $152.624 millones a más de 18 millones de personas, según datos del Ministerio de Economía.
Sobre esto, el titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios Mar del Plata (Apyme), Gustavo Casciotti dialogó con El Marplatense y expresó: "La devolución del IVA sobre la compra de los productos de la canasta básica hasta $18800 se convirtió en una poderosa herramienta, tanto para el comerciante como para el consumidor en cuanto a sostener el nivel de ventas; porque efectivamente cada peso devuelto a lo largo del mes por las compras efectuadas se volvían a aplicar a nuevos consumos y eso permitió recomponer el nivel de ingresos, compensar en parte el deterioro de la capacidad de compra, producto del aumento de los precios".
"Realmente junto con otros instrumentos como la Cuenta DNI y por ejemplo en la provincia de Buenos Aires fueron impulsores de la venta para la pequeña y mediana empresa. Está derogación de la norma que concluía el 31 de diciembre, se suma a otros instrumentos que también van a implicar un deterioro en el poder de compra como por ejemplo la pretendida de la exención del pago del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría. Eso va a implicar en definitiva menos efectivo circulante para poder aplicar a consumo", insistió.
Y agregó que "sumado a esto, el aumento de más del 100% en el monotributo que modifica o complejiza la ecuación de ese emprendedor, de esa micropyme desarrollada bajo el formato de monotributo y resta en definitiva efectivo para la compra. A esto tenemos que sumar la incidencia sobre todo para las capas medias del efecto inflacionario que pulveriza los salarios y que se enfrenta a un 2024 realmente complejo, a partir de la devaluación que anunció el gobierno apenas 48 horas del inicio de su gestión y a la total desregulación de los precios de los productos y servicios que consumimos".
"Con lo cual en el mes de enero entre los aumentos que se van a verificar en los alquileres, en las prepagas, en el valor de los peajes y en los productos de la canasta básica, en los alimentos implican una complejidad sobre todo para las capas medias y los sectores del trabajo; en una clara transferencia desde el sector del trabajo y la producción hacia sectores concentrados en la economía, porque en definitiva lo que le termina faltando a uno para consumir termina engrosando las arcas de la utilidad de los grandes grupos empresarios que son los formadores de precios", explicó desde Apyme.
"En paralelo tenemos que concluir que esto implica un ajuste que cae sobre los sectores del trabajo, sobre los consumidores mientras que evidentemente hay otros sectores que por el contrario se favorecen y frente a los cuales el estado sacrifica ingresos. En este plan de falta de plata parecería que hay algunos sectores como aquellos consumidores que pierden la posibilidad de tener la devolución de una parte del IVA, hay otros que por el contrario en materia impositiva van a pagar menos. Por ejemplo y analizando de parte de las propuestas contenidos en la denominada Ley Ómnibus, los bienes personales según la propuesta van a tener alícuotas decrecientes hasta que en el 2027 pasen todos a un 0,5%", adhirió Casciotti.
"Entonces ahí el estado va a terminar viéndose privado de ingresos y sobre todo en un impuesto que es de carácter progresivo o sea que deberían pagar más los que mayor capacidad contributiva tienen. En la práctica lo que vemos es que el ajuste termina recayendo sobre los sectores menos pudientes, sobre los sectores del trabajo y del consumo, mientras que aquellos que tienen mayor capacidad contributiva van a tener beneficios impositivos como los incluidos en la propuesta, referido a la disminución progresiva del pago del impuesto a los bienes personales", afirmó.
Y a modo de conclusión indicó: "Parecería que estamos frente a una lógica inversa a la de Robin Hood en donde terminan pagando más los que menos tienen y pagando menos los que más tienen".