5 alimentos aliados de una dieta “fit”
Su consumo está recomendado debido a que ofrecen muchos beneficios para el organismo. Sin embargo, moderar las porciones es fundamental para que no generen una alteración en el peso.
- MANTEQUILLA DE MANÍ.
Contiene grandes cantidades de proteína, aproximadamente el 24 por ciento de su peso. Además de las proteínas, contiene vitamina E y B3 y minerales como cobre y hierro. También posee calcio y potasio.
Uno de los muchos beneficios de comer mantequilla de maní es que tiene fibra, cerca de un 8 por ciento. La fibra ayuda en el proceso de controlar el azúcar en la sangre y los niveles de colesterol.
El doctor Richard Mattes, un profesor de nutrición de la Universidad de Purdue, dice que "una cucharada o dos de mantequilla de maní es todo lo que se necesita para conseguir un mundo de beneficios tanto para el corazón como para la cintura". Además, de acuerdo con el departamento de Agricultura de los Estados Unidos, no hay grasas trans detectables en una porción estándar de dos cucharadas.
Sin embargo, debido a su alto porcentaje de calorías es necesario respetar la porción de una o dos cucharadas diarias.
- PALTA
100 gramos de palta tiene 150 calorías, lo mismo que una papa o una batata chica.
Una investigación dirigida por el profesor Joan Sabaté, director del departamento de Nutrición de la Universidad de Loma Linda (California, Estados Unidos), revela que añadir media palta al menú diario desemboca en comer menos. Básicamente, comprobaron que el efecto en el organismo de la composición de esta fruta reduce en un 40% el deseo de picar algo durante las tres horas siguientes.
En lo que respecta a sus beneficios este alimento ayuda a regular los triglicéridos y su contenido en Omega 3 reduce el “colesterol malo” de nuestro cuerpo. Además, debido a su alto contenido en Omega-3, beneficia no sólo a la circulación, sino también a la vista y al cerebro.
- AVENA
Este cereal ayuda a evitar la sobrecarga de glucosa e insulina, la hormona que lleva los compuestos de azúcar a las células. Su fibra permite que la glucosa sea absorbida lenta y gradualmente, lo que a su vez regula la liberación de insulina.
Además, mejora la acción del sistema inmonológico, lo que reduce las posibilidades de éxito de las infecciones. También modulan las células inmunes que están implicadas en los procesos inflamatorios. Esto significa que este nutriente ayuda a prevenir la inflamación recurrente, escenario ideal para el desarrollo de diversas enfermedades.
La recomendación de los nutricionistas es consumir tres cucharadas soperas de salvado de avena al día, equivalente a la mitad de una taza de té.
- HUEVO
Rocío Engstfeld en su libro “Eat clean” explica que este alimento es uno de sus preferidos porque es uno de los más completos que existen.
Aporta proteínas de alto valor biológico, aminoácidos, grasas, vitaminas, minerales etc.
1 huevo contiene 5 gramos de grasa y solo 1,5 gramos es saturada.
Lo recomendable es consumir más claras que yemas, elegir estas últimas con moderación.
- ACEITE DE COCO
Es uno de los pocos aceites de origen vegetal rico en grasas saturadas, con casi un 90% de su composición basada en ácidos grasos saturados. Sin embargo, todos los nuevos estudios apuntan a que el uso de las grasas saturadas en la alimentación es inofensivo y está más que demostrado que no existe relación alguna entre su consumo y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como le han hecho creer todos estos años.
Los triglicéridos de cadena media presentes en el aceite de Coco pueden incrementar el gasto energético del organismo cuando los comparamos con la misma cantidad de calorías procedentes de los ácidos grasos de cadena larga. Un estudio reciente descubrió que ingerir entre 15 y 30 gramos diarios de triglicéridos de cadena media puede acelerar nuestro metabolismo hasta en un 5%, o lo que es lo mismo, unas 120 calorías para la mayor parte de las personas.